La lectura negativa de la Copa que nadie quiere hacer en el Barça

La lectura negativa de la Copa que nadie quiere hacer en el Barça

La final de Copa volvió a dejar al descubierto el problema que tiene Luis Enrique con su fondo de armario.

El Barça logró anoche su Copa número 28 y redondeó el año con cuatro títulos después de sumar la Liga BBVA, la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubs. Sin embargo, el triunfo ante el Sevilla no ha llegado como ha sido habitual en los últimos años, después de una demostración de buen juego imponiendo el ADN Barça a través del fútbol de toque.

 

El Barça ha tenido que recurrir a la épica y a someter al rival por medio de su superioridad física. Esta vez no ha sido la técnica individual y colectiva la que ha acabado imponiéndose. Lo cierto es que en el FC Barcelona nadie quiere hacer la lectura de que el Barça que ganó anoche al Sevilla despertó muchas dudas, especialmente por un fondo de aramario que no existe como relevo a los indiscutibles titulares que tiene el equipo. Los dos últimos fichajes, Arda Turan y Aleix Vidal, se han convertido en figuras decorativas. Incluso Luis Enrique dejó claro anoche que prefiere echar mano de Rafinha antes de recurrir a la estrella turca.

 

Anoche el Barça tenía enfrente a un Sevilla trinchado por el esfuerzo de la Europa League al que pudo desarbolar en el terreno físico, pero de cara a la próxima temporada Bartomeu deberá atender a los avisos que Luis Enrique lleva meses lanzándole. ¿Y si se lesiona Suárez? ¿Y si no están Messi o Neymar? Parece claro que el actual Barcelona no tiene respuestas a este tipo de preguntas. Luis Enrique, en cambio, sí lo tiene claro: la respuesta está en el mercado de fichajes.