Los registros de Andrés Iniesta en la Liga producen pánico al barcelonismo

Andrés Iniesta está acostumbrado a recibir honores de actor principal en las películas que protagoniza con el Barça. Con el "iniestazo" de Stamford Bridge y el gol que le dio el Mundial a España en la final de 2010, se consagró a nivel internacional y se ganó los galones de crack en su equipo con todos los honores. Sin embargo, con 30 años ya cumplidos, el rendimiento de Don Andrés ha experimentado un claro y alarmante retroceso desde el momento cumbre de su carrera en Sudáfrica. Lejos quedan sus galardones individuales y su consideración entre los más grandes del mundo. Su papel en el nuevo Barça de Luis Enrique ha dejado de ser estelar. De protagonista ha pasado a interpretar papeles secundarios e incluso de extra. Luis Enrique está muy preocupado porque es una de sus grandes asignaturas pendientes: recuperar el mejor nivel de Iniesta.

El centrocampista manchego ha disputado esta temporada 15 partidos en Liga, 12 como titular, 3 como suplente, 7 veces  ha sido sustituido y en total ha estado sobre el césped 1.065 minutos.  En esos 15 partidos ha recuperado 54 balones y ha perdido 104. Y lo que es más grave: 17 remates a puerta, 0 goles y 0 asistencias. Estos son los registros de Andrés Iniesta en la Liga. Pobres, muy pobres. Iniesta desempeña en el equipo labores de media punta y centrocampista ofensivo. En labores atacantes no puede entenderse que no haya visto puerta a estas alturas de la Liga y que no haya proporcionado a sus compañeros ni un sólo pase de gol. Y en sus funciones como centrocampista tampoco es de recibo que haya perdido el doble de los balones que ha recuperado.

Iniesta no está bien. Algo pasa con Iniesta. Luis Enrique empieza ya a verle con ojos de suplente. Sus lesiones apenas suponen contratiempos para el técnico, que parece sentirse obligado a alinearle más por el peso de la historia que por la eficacia de su aportación al juego del equipo. Iniesta es uno de los futbolistas mejor pagados de la plantilla. Es el que más cobra después de Messi y Neymar y está al mismo nivel que Xavi. Sin embargo, los galones que ostenta en el vestuario y el respeto que se ha ganado en la zona noble negociando un contrato de crack no se corresponde con la jerarquía que muestra sobre el césped, en donde parece uno más, esperando que los demás resuelvan mientras él se lo mira desde la distancia.

Puede ser un problema físico, que no llega al nivel que espera de él Luis Enrique, con quien tiene más obligaciones defensivas que con otros entrenadores. Pero ese talento innato que Dios le ha dado parece escondido y no sale a relucir. Luis Enrique se ha propuesto recuperarle para un Barça que echa de menos su capacidad para desnivelar los partidos con acciones brillantes.