Pánico en el Santiago Bernabéu: este Barça preocupa en el Real Madrid

A mordiscos. Y no de Suárez. Así se abre paso el Barça en en Europa. En el Parque de los Príncipes el equipo azulgrana dejó tirado al PSG en la cuneta de los enfermos. La resaca que le espera a Blanc, Silva y Luiz y amigos es de las que no se olvida.

El Barcelona ha dado un puñetazo sobre la mesa que ha resonado en toda Europa. El equipo azulgrana asusta. Mete miedo. Con el Bayern en horas bajas -3-1 ante el Oporto- el equipo de Luis Enrique se ha convertido de la noche a la mañana en el 'coco' de la competición. Un once que apunta a Berlín, ahora sí, con descaro y que parece dispuesto a destrozar a todo el que se ponga por delante.

Porque el Barça es, de momento, es el único cuartofinalista de la Champions que tiene su camino a semifinales cuesta abajo. Su victoria por 1-3 al París Saint Germain en la ida de los cuartos de final fue una exhibición de juego, superioridad y efectividad que únicamente pudo ser maquillada por el mermado equipo francés con un gol de fortuna que sirve para reconstruir el desastre que perpetró en las filas del equipo galo un Luis Suárez que se merendó al personal cuando y como quiso. Acompañado por Neymar y con Messi esperando noches mejores, el Barcelona avia a navegantes, entre ellos el Real Madrid.

El problema del equipo que dirige Carlo Ancelotti puede ser doble. Primero, pasar a un Atlético que, sin fútbol pero con ganas, puso en aprietos al Real que sólo aguantó el dominio 45 minutos. Segundo, empezar a pensar que, si pasen del ronda, al Madrid le puede pillar un Barça que apunta a un final de temporada estelar. El conjunto de Luis Enrique es, hoy por hoy, el máximo favorito para alzarse con el trofeo en Berlín y, ya de paso, el conjunto con más galones para destronar al Madrid por el camino, ya sea en 'semis' o en la final. A esto, hay que sumarle el tú a tú en la Liga: los dos puntos que separan a azulgranas y merengues apuntan batalla hasta el final. Una temporada en la que el Barcelona puede volver a ser clave para dejar a su eterno rival en blanco: sin Liga y sin Champions.