En Alemania ya ven a Jurgen Klopp en el banquillo de Pep Guardiola

Pep Guardiola se ha metido en un charco del que puede salir salpicado y tocado si no consigue enderezar la crisis deportiva del Bayern Múnich. Hans Wilhem Müller Wohlfahrt, el médico del club y una figura histórica en su organigrama desde 1977, presentó su dimisión al término del Oporto-Bayern Múnich, que terminó con derrota del equipo bávaro por 3-1. La noticia ha causado impacto en Alemania por la personalidad del dimitido y los años que llevaba en el cargo, casi cuarenta, lo que le convertía prácticamente en uno de los símbolos del club.  Wohlfart ha justificado su decisión porque Pep Guardiola responsabilizó al cuerpo médico de la derrota en Portugal, aunque en realidad fue el presidente ejecutivo, Karl-Heinz Rummenigge quien lo hizo.

Wolhfahrt, que también presta sus servicios en la selección alemana y que se inició en el mundo del fútbol tratando las lesiones de los míticos Beckenbauer, Muller, Hoeness o Maier, no se ha ido solo. También han dimitido su hijo Kilian, Peter Uueblacker y Lutz Hänsel. Es decir, que el Bayern se queda sin médicos de la noche a la mañana. Y eso, en un momento en el que la enfermería del Bayern está repleta de pacientes que esperan su recuperación para volver al equipo.

El origen de las diferencias entre Pep Guardiola y los médicos del club hay que encontrarlo en las sucesivas lesiones que ha ido sufriendo Thiago Alcántara, de las que Pep responsabliza de forma directa al jefe de los servicios médicos del club. Los galenos del club bávaro no concedieron excesiva importancia al percance del jugador español, que finalmente acabó con los ligamentos rotos ante el desespero del técnico, que ha visto como Thiago volvía a recaer de su antigua lesión y se ha pasado prácticamente un año sin jugar. A Pep nunca le convencieron los métodos de Wolhfahrt, en algunos casos ligados a la homeopatía. Cuentan en Alemania que el divorcio entre Pep y los médicos comenzó en el mismo momento en que el técnico catalán aterrizó en el Bayern mostrando su sorpresa porque no había ningún médico en la ciudad deportiva en la que el Bayern realizaba su preparación. La temporada pasada Pep trabajó sin un médico a mano y sólo este año ha conseguido que Kilian Wolhfahrt estuviera presente en las sesiones físicas de los jugadores bávaros.

El polémico doctor, que ha tratado entre otros a Michael Jordan, Kobe Bryant, Usain Bolt, Mo Greene, Paula Radcliffe, Andy Murray o Bono, cantante de U2, ha conseguido unanimidad favorable de todos sus pacientes salvo de Pep Guardiola. El detonante del adiós de Wolhfahrt llegó en la rueda de prensa previa al Oporto-Bayern, en la que Pep dijo que "la situación es la que es: a ellos les faltan algunos dedos de la mano y a nosotros las dos manos. Es una situación difícil, pero hemos convivido con ella durante dos o tres semanas, incluso diría que durante los últimos dos años. Es cuestión de adaptarse". Guardiola se refería a las lesiones de Ribéry, Robben, Javi Martínez, Alaba, Schweinsteiger y Benatia. Y Wolhfahrt, de 72 años, en un comunicado, explicó al término del partido la dimisión en bloque del cuerpo médico porque Pep Guardiola "hizo responsable al equipo médico de la derrota por motivos inexplicables para nosotros”.

La crisis médica amenaza con enterrar el crédito infinito con el que contaba Pep Guardiola en el Bayern Múnich. Las críticas del entorno del Bayern y sus históricos representantes, más feroces de lo que conoció en el FC Barcelona, rivalizan con los palos que está recibiendo Pep de un sector de la prensa que le tiene ganas. De hecho Pep ha perdido el áurea que le permitía mantener a flote su credibilidad independientemente de los resultados. Ahora más que nunca la continuidad de su trabajo en el Bayern depende de los resultados. Si no hay Champions League, Pep podría ser invitado a hacer las maletas. En Alemania empieza a tomar cuerpo la creencia de que el adiós de Jurgen Klopp al Borussia Dortmund tiene que ver con la salida inminente de Guardiola del Bayern.