Vuelve a desatarse la guerra civil en el FC Barcelona por el caso Neymar

Las redes sociales echan humo ante la determinación de la junta directiva que preside Josep Maria Bartomeu de aceptar el acuerdo propuesto por la Fiscalía mediante el cual tanto el propio Bartomeu como Sandro Rosell quedarían exonerados de las irregularidades fiscales cometidas durante el proceso del fichaje de Neymar cargando al club la multa de 5,5 millones propuesta por la fiscalía.

A Joan Laporta le ha faltado tiempo para amenazar con emprender acciones legales contra Bartomeu y Sandro Rosell por entender que son ellos quienes deben responder de sus actos y no el club, ya que a fin de cuentas serán los socios quienes pagarán los 5,5 millones de multa. No ha gustado que la "culpabilidad" de las irregularidades del fichaje de Neymar sea acaparada por la entidad mientras los autores se van de rositas. Bartomeu dijo anoche en rueda de prensa que la directiva ha adoptado la decisión mejor para el club, pero nadie entiende que lo mejor para el club sea manchar su imagen como responsable de un fraude fiscal que tiene nombres y apellidos.

Bartomeu echó balones fuera repartiendo culpabilidades entre directivos, empleados y asesores externos que intervinieron en el fichaje. Uno de ellos, Toni Freixa, entonces con mando en plaza en la directiva, y a quien se acusa de aportar el equipo de asesores que tan caro le va a salir al club, ha anunciado también su desacuerdo con la determinación de la junta de Bartomeu a la que él perteneció en esa época. Bartomeu pretende escurrir el bulto sometiéndose a una moción de confianza de la asamblea de socios del club, pero no pondrá a votación su actuación en el caso Neymar sino su gestión al frente del club. Obviamente, después de un triplete y un póquer de títulos en sus dos años de gestión, nadie pone en duda que Bartomeu saldrá airoso de la prueba. Laporta, sin embargo, amenaza con poner en marcha una moción de censura contra la directiva más votada de la historia del club.