Aconsejan a una estrella del Real Madrid ir a terapia psicológica

Ronaldo ha entrado en una aspiral de la que le está resultando complicado salir. El portugués no encuentra el norte en el inicio de año y la procupación en el club por el estado de su buque insignia va a más. "Ronaldo está muy tocado por la ruptura con Irina", explica una fuente oficial a Don Balón. "Lleva muy mal las informaciones que colocan a la modelo con uno o con otro. Sigue muy enamorado. Y no sale del bache. Su entorno más próximo le ha recomendado incluso buscar ayuda. Hacer terapia psicológica. Pero Ronaldo no quiere ni oír a hablar de eso", afirma la misma voz. Una situación que, fuentes informadas, aseguran que tiene alertadas a las más altas instancias del Madrid que ven que como este 'mal de amores' va a más. "En el Real Madrid están muy preocupados por el estado psicológico de Cristiano, porque no se recupera, esperan que el desamor pase cuanto antes, pero el problema es que no pasa, está anímicamente destrozado". Una realidad que empieza a pasar seria factura al Ronaldo fubolista que ha ido de menos a más de una forma alarmante.

Aumentan los críticos

Y es que el curriculum de Ronaldo en el inicio del nuevo año es más que preocupante y está dando argumentos a lo más duros con el portugués, que no dudan en hacerle ver a Florentino Pérez que nadie es eterno. Estas mismas voces no dudan en recordar al mandatario los 'pecados' del luso cual padre nuestro. Que Cristiano no realizó ningún disparo en la hecatombe del Vicente Calderón, la celebración de su cumpleaños por todo lo alto pese al tortazo atlético o la absurda agresión en Córdoba –con gesto feo del escudo incluido- que le dejó dos jornada en el dique seco y el discreto encuentro, uno más, ante el Deportivo.

Aunque el mayor de los argumentos que atizan a Ronaldo es el que habla de la flata de jerarquía en los partidos clave: los últimos goles con valor de victoria que hizo ante un rival importante fueron el 0-1 y el 0-2 que permitieron al Madrid eliminar al Atlético de la semifinal de la Copa, en la vuelta en el Calderón, hace exactamente un año. Antes hay que remontarse al 26 de febrero de 2013, cuando eliminó al Barça con dos goles en otras semifinales de Copa. Y más allá, al 1 de diciembre de 2012, cuando metió el 1-0 ante el Atlético en Liga. No hay más. Por el camino, en un espacio de más de dos años, el Madrid ha jugado Ligas, Copas y Champions con el Bayern, el Borussia, el Atlético y el Barça a lo largo de más de 20 partidos. Ahí, las apariciones verdaderamente decisivas de Cristiano fueron raras. Su influencia tampoco resultó trascendental fuera del área.

Tras el partido frente al Deporitvo, su gesto al abandonar el Bernabéu resumía el sentir del futbolista a la perfección: cara seria y paso ligero. Cristiano prefiere acelerar sus andares para salir cuanto antes de un bucle que le distancia cada vez más de su gran competidor, Leo Messi, en su particular lucha por seguir siendo el mejor del mundo. Y es que a Ronaldo, aseguran las mismas voces, le gusta que el Madrid gane, pero más ganar él. Ante el Depor sucedió lo primero, pero no lo segundo.