El Barça pierde la magia del 4: ahora busca fuera lo que antes tuvo en casa

El club no consigue afianzar savia nueva para la figura del centrocampista organizador, la otrora más característica de su estilo de juego, a través de jugadores formados en La Masia

El Barça pierde la magia del 4: ahora busca fuera lo que antes tuvo en casa

Hubo un tiempo lejano en que la cantera del Barcelona prácticamente sacaba centrocampistas organizadores como churros. El 4 era una figura imprescindible en los esquemas de Johan Cruyff. Luis Milla fue el primero de una saga que encontró su máximo paradigma en Pep Guardiola. Xavi Hernández significó una evolución, muy especialmente cuando Frank Rijkaard apostó por adelantar ligeramente su posición y dotarlo de un guardaespaldas. Y Andrés Iniesta debía ser el punto culminante. El propio Guardiola se lo dijo a Xavi en un entrenamiento: "Tú me retirarás a mí, pero éste nos retirará a los dos". Xavi e Iniesta, precisamente, son los últimos directores de orquesta formados en La Masia que lograron afianzarse en el primer equipo. Muchos otros se quedaron en el camino. Ahora, el club incluso está buscando en otras ligas lo que antes tenía en su propio fútbol base.

 

El director técnico internacional del Barcelona, Ariedo Braida, cree haber encontrado al jugador ideal para apuntalar el centro del campo azulgrana: Mateo Kovacic. A sus 20 años, algunos le llaman "el Iniesta croata". Juega en el Inter y parece complicado que el conjunto neroazzurro acceda fácilmente a deshacerse de sus servicios, pero el interés del equipo que entrena Roberto Mancini por fichar a dos barcelonistas, Alex Song y, sobre todo, Pedro Rodríguez, que ya habría dicho sí a su oferta, podría acabar allanando el camino para la llegada de Kovacic al Camp Nou.

 

En el pasado más reciente, buscar un relevo para Xavi e Iniesta lejos de casa no le ha ido muy bien al Barcelona. Cesc Fàbregas fue la gran obsesión de Guardiola, pero la posición en que se sentía más cómodo el de Arenys, como enganche entre el centro del campo y la delantera, y el bajón de juego que experimentaba cada año en la segunda mitad de la temporada acabaron por precipitar su salida del club. Tampoco tuvieron mucha más suerte los posibles recambios formados íntegramente en La Masia. Mikel Arteta nunca consiguió encontrar su sitio en el primer equipo azulgrana y tuvo un paso fugaz por el filial barcelonista. Marc Crosas, cuyo físico y movimientos recordaban mucho a los de Guardiola, nunca llegó a coincidir con el de Santpedor: tras ser cedido al Olympique de Lyón, fue traspasado al Celtic de Glasgow en la temporada 2008-2009. Actualmente, juega en el fútbol mexicano.

 

Jonathan dos Santos, considerado por los expertos como un futbolista mucho más completo que el rapidísimo y habilidoso Giovanni dos Santos, su hermano mayor, tampoco logró afianzarse como centrocampista en el Barcelona. Incluso se vio varias veces jugando como lateral derecho. Ahora, los dos hermanos juegan de nuevo juntos en las filas del Villarreal. Mención aparte merece Thiago. En su caso, un fallo de los servicios técnicos del club permitió que acabara fichando por el Bayern casi a precio de saldo. Sergi Roberto, otro aparente recambio para Xavi e Iniesta, casi no está teniendo presencia en el equipo de la mano de Luis Enrique. Algo que ya le pasó la temporada pasada con el Tata Martino. Rafinha, el hermano menor de Thiago, mientras, parece mucho más cómodo en posiciones más adelantadas que en la medular. El joven Samper se perfila como la gran esperanza para el puesto tradicionalmente talismán del Barcelona, pero todavía es demasiado joven como para decir nada definitivo sobre su progresión. El club, de hecho, se plantea cederlo la temporada que viene, para que pueda foguearse en Primera. Por ahora, los azulgrana parecen a todas luces condenados a buscar fuera lo que tantas veces tuvieron en casa.