El lado oscuro del (buen) fichaje de Álvaro Medrán por el Valencia

Aunque había sonado como posible refuerzo apenas estaba entre las primeras opciones. Es una operación sorpresa y apuesta personal de Suso.

El lado oscuro del (buen) fichaje de Álvaro Medrán por el Valencia

Parece que, poco a poco, las buenas noticias van llegando con cuentagotas al Valencia. La afición che puede disfrutar desde ayer de la segunda incorporación del equipo de cara a la próxima temporada tras el fichaje de Nani. Y es que en una operación sorpresa, el club valencianista se ha hecho con Álvaro Medrán, canterano del Real Madrid que la pasada campaña jugó cedido en el Getafe. Decimos sorpresa no porque el futbolista no estuviese entre los posibles refuerzos del equipo (eso ya se sabía), sino por la celeridad con la que esta alternativa se ha acabado llevando a cabo.

 

Medrán es un centrocampista creativo, con mucho talento para la distribución y el juego ofensivo. Considerado una de las joyas de la cantera madridista de los últimos años, el Getafe iba a ser el trampolín para su estreno y progresión en Primera, pero las lesiones le apartaron de los terrenos de juego durante buena parte de la pasada temporada y sólo en la segunda vuelta pudo empezar a demostrar su calidad. Pese a ello, acabó la Liga con buenos registros: 499 pases acertados, 90 recuperaciones y 2 goles en 20 partidos. A sus 22 años tiene todo el futuro por delante. Firma por cuatro temporadas, hasta 2020, por aproximadamente 1,5 millones de Euros y con una opción de recompra para el Real Madrid en las primeras tres campañas, según medios cercanos a la actualidad valencianista.

 

Ayestarán

 

Sin embargo, Medrán no deja de ser una apuesta basada más en el futuro a largo plazo y las buenas perspectivas sobre el futbolista que una opción sólida de presente. Suso confía mucho en el jugador (le sigue desde abril, según fuentes internas del club). Y claro que es un buen fichaje, pero no ha terminado de despertar una ilusión excesiva dentro del valencianismo debido a las incógnitas que plantea su rendimiento, como el de cualquier fichaje joven. Lo cierto es que para tratarse de un proyecto que pretende devolver al Valencia a su época más gloriosa, la capacidad de fichajes de este Valencia CF 2.0 de Peter Lim sigue siendo moderada, por no decir baja.

 

Otros nombres de jugadores más consolidados siguen sonando para reforzar la plantilla de Pako Ayestarán, pero lo que se transmite en estos casos (Juan Mata, Diawara, Ignacio Camacho) son noticias mucho más conservadoras. Sus llegadas no están nada claras. Por eso algunos ven en el fichaje de Medrán otra evidencia de que el Valencia no ficha lo que realmente quiere, sino lo que le están dejando fichar. Y aún se espera que lleguen más hombres del calado mínimo de Nani o incluso de más empaque. El club quiere dos centrocampistas más para apuntalar el medio campo pero antes debe dejar salir a algunos descartes, otro caballo de batalla que no termina de consumarse. Lo dicho: buenas noticias, pero no las mejores.