Así quedaría el calendario en Europa si Qatar 2022 se celebra en noviembre

Planteamos todos los inconvenientes que tendría la decisión para los equipos del Viejo Continente

Así quedaría el calendario en Europa si Qatar 2022 se celebra en noviembre

Este martes se ha conocido la propuesta en firme de la FIFA para que el próximo Mundial de Qatar en 2022 se celebre en los meses de noviembre y diciembre. La opción de trasladar el torneo, tradicionalmente disputado en verano, a fechas próximas al invierno es la única que contemplan en el máximo organismo del fútbol para paliar los inconvenientes de las altas temperaturas en el Golfo Pérsico en los meses de junio y julio. La opción de mayo queda bastante en el olvido y la de celebrar el campeonato en enero y febrero aún más descartada, previsiblemente, debido a que ese año hay Juegos Olímpicos de invierno en las mismas fechas.

Repasando las mencionadas fechas propuestas, si el Mundial se celebrase en noviembre y diciembre, el primer (y curioso) inconveniente dado por el destino y las tan recurrentes Leyes de Murphy tiene que ver con los fines de semana: El campeonato iría a terminar al mismo tiempo que termina el año, y en 2022 la Nochebuena y la Nochevieja caen en sábado. ¿Estarían, pues, descartados, los dos últimos fines de semana del año para disputar partidos? Obligar a jugadores, entrenadores, periodistas y aficionados de todo el planeta a aparcar las celebraciones familiares por el fútbol es poco más que impensable.

Así pues, contando desde el 1 de noviembre de 2022 (martes) habría siete semanas y media para jugar todo el torneo. En Brasil hubo Mundial durante cinco semanas. Tiempo de sobra, parece. Eso sí, sin contar con los días anteriores y posteriores de concentraciones y descanso para los futbolistas, por lo que estaríamos hablando de, prácticamente, dos meses y medio de parón del fútbol de clubes.

En esa franja del calendario suelen caber bastantes rondas de distintos torneos y competiciones nacionales y Continentales en Europa. Este año, por ejemplo, entre noviembre y diciembre se jugaron ocho jornadas de Liga en España y una ronda entera de Copa (la primera de todas con equipos de Primera División, dieciseisavos de final), además de tres jornadas de la fase de grupos de la Liga de Campeones (las tres últimas), tres de la Europa League y el Mundial de Clubes. Todo ello sin contar con dos fechas para las selecciones, que evidentemente serían eliminadas.

Trasladar todo eso a otras franjas del calendario sería muy complicado. Seguramente veríamos una edición de la Liga de Campeones muy comprimida a partir de febrero, sin parones de dos semanas entre rondas eliminatorias. Lo mismo sucedería con la Copa, que tendría que "incrustar" dos semanas más de fútbol a partir de enero, un mes que ya queda enteramente cubierto por la competición del KO. O eso o adelantar fechas antes de noviembre, o una mezcla de ambas. En cualquier caso, estaríamos ante la temporada de mayor saturación de partidos para un futbolista de la historia, probablemente, ya que en ningún caso habría vacaciones de verano después de celebrarse el Mundial y jugar hasta julio o agosto de 2023 haría que el problema se trasladase a la temporada siguiente.