Luis Enrique se puede meter en un problema (gordo) con la portería del Barça

Su decisión de castigar a Bravo y Ter Stegen para mandar un mensaje puede tener el efecto contrario.

Luis Enrique se puede meter en un problema (gordo) con la portería del Barça

Aparte del cuarto delantero, el asunto de la portería es lo que trae más de cabeza al Barça en cuanto a la difícil solución que se le plantea al club con Claudio Bravo y Ter Stegen. La escalada de tensión por parte de los dos porteros para poner punto y final a su situación dentro del equipo en las dos últimas temporadas ha llevado a Luis Enrique a prescindir de ambos y colocar a Masip en la meta en los primeros encuentros amistosos, pero es una situación que no se sostiene. Aunque el canterano juegue este sábado contra el Liverpool, pocos aceptarán la calma si finalmente es ‘el tercer hombre’ el que acaba imponiéndose sobre los dos grandes porteros, que se han alternado en la titularidad en los dos últimos años.

 

Tanto Bravo como Ter Stegen exigen ser titulares para quedarse en el Barça, cosa que no está nada clara todavía. La decisión del técnico de tirar del tercer portero supone un mensaje totalmente contrario a sus aspiraciones: no se dejará intimidar, y si persiste la situación prescindirá de ambos aunque esto vaya en perjuicio del equipo. Es cierto que el alemán empezó la escalada este verano, pero el chileno ha aceptado el pulso.

 

Un lío sin solución

 

Desde que ambos coincidieron por primera vez en el Barça, ya se planteó la situación actual. Se sabía que el momento de apostar por uno de ellos llegaría. El problema es que la sensación es que Lucho apuesta más por Bravo, pero la opción de la entidad a largo plazo es el alemán.

 

Si se consuma el ‘castigo’ y Masip es el portero de la Supercopa contra el Sevilla, la reacción de los otros dos guardametas puede ser de un enfado mayúsculo y un pulso por salir de la entidad a falta de pocos días para que se cierre el mercado. El Barça debe tomar una decisión y apostar por uno. Marear la perdiz puede ser contraproducente.