Sin 'jueguecitos': Claudio Bravo prepara una contundente respuesta al Barça
Y a Luis Enrique. El 4-0 sufrido por el Barça ante el Liverpool deja muchas conclusiones en el portero chileno.
El asunto de la portería del Barça sigue en ebullición, y qué mejor que un 4-0 por parte del Liverpool para convertirlo en un volcán a punto de explotar. Luis Enrique no siguió con su táctica de tensión para con sus dos porteros titulares y no puso a Masip frente a los Reds. Pero tampoco apagó las llamas. Decidió darle un tiempo al alemán y otro al chileno, con lo que refuerza su idea de rotar a ambos por tercer año consecutivo y así se lo está queriendo dejar claro. Esto no resuelve el problema y sigue dejando a ambos cancerberos con la papeleta de decidir si forzarán su salida de la entidad.
Dentro de este ‘Juego de Tronos’, el detalle de darle la titularidad primero a Ter Stegen (la tienes, hasta que la pierdas, tal y como contamos este sábado en DB) podría ser también un claro mensaje. Todo apunta ahora a que el germano jugará la Supercopa de España ante el Sevilla. También lo hizo el pasado curso contra el Athletic. Por si fuera poco, su actuación ante el Liverpool fue correcta, mientras que a Bravo le endosaron tres tantos en un segundo tiempo sonrojante por parte azulgrana.
No piensa ser el ‘patito feo’
Bravo terminó mosca con su actuación ante el Liverpool. No está cómodo con todo el jaleo que tiene a su alrededor y sabe que le está afectando en su rendimiento. Tampoco piensa aceptar que momentos malos puntuales como el de ayer encumbren a Ter Stegen y le coloquen a él como el malo de la película. Tal y como ambos le han dicho al club, es el club el que debe mojarse y apostar por uno de ellos, pero parece que están siendo la entidad y también el técnico los que están dejando que ambos ‘se maten entre ellos’ para acabar decidiendo.
En este sentido, las posturas siguen siendo idénticas. Los dos quieren jugar y ser los titulares y si no es así, forzarán la cuerda para salir del Barça. Queda una semana para el primer título de la temporada y ya no es solo la incertidumbre, sino que cada fallo en la meta afecta doble a sus inquilinos. Mal asunto.