La nueva muestra de cariño a Simeone de la afición del Atlético

La nueva muestra de cariño a Simeone de la afición del Atlético

La situación refuerza una teoría de consecuencias desagradables para la entidad colchonera.

El pasado sábado supuso una jornada plácida para el Atlético de Madrid, que goleando al Sporting de Gijón en el Vicente Calderón siguió arreglando su ligero mal arranque de temporada. Un inicio no malo por derrotas, sino por haber tardado en encontrar el fuelle necesario para competir a la altura de Barcelona y Real Madrid. Pero mientras llega el choque contra los culés de este miércoles, que definirá muchas cosas en este comienzo de curso en la entidad colchonera, lo cierto es que hasta ahora se habla casi más de cuestiones que nada tienen que ver con la pelota que con el rumbo deportivo del equipo, algo que hacía tiempo no pasaba.

 

Y es que el partido frente a los asturianos era el primero después de que el Cholo Simeone confirmase el temor que muchos aficionados atléticos tenían después de llevar semanas leyendo y escuchando rumores que adelantaban la noticia: el argentino ha decidido reducir en dos años su vinculación contractual con el Atlético de Madrid, de 2020 a 2018, lo que significa que después de la próxima temporada podría poner punto y final a su etapa en el equipo. De hecho es bastante probable, ya que el movimiento es bastante extraño en el fútbol actual y únicamente se concibe el paso como una confirmación de que el Cholo empieza a necesitar cambiar de aires.

 

¿Cómo iba a recibir el Vicente Calderón a Simeone después de semejante noticia? Esa es la pregunta que se han hecho los compañeros de El Confidencial y a la que han dado respuesta este lunes, afirmando que la enorme ovación al técnico albiceleste confirma, una vez más, que el Cholo es el verdadero dueño de los destinos de este Atlético y no sus dirigentes, con quienes ha ido creciendo una profunda división de criterios y opiniones en los últimos tiempos. La nula evolución del proyecto deportivo que reclama el entrenador, unida a ciertos fiascos como las dos finales de Champions perdidas, han erosionado una relación que parecía idílica entre la directiva y su técnico y entre ambas partes, la afición tiene claro qué bando escoger. Si Simeone se va, siempre será por culpa de los dirigentes.

 

Así pues, lo sucedido en el encuentro del pasado sábado confirma que, sea como sea y cuando sea, la salida de Simeone del Atlético de Madrid será dura y probablemente traumática. Un auténtico problema que se cocina lentamente en la mesa del consejero delegado de la entidad, Miguel Ángel Gil Marín, que es con quien el argentino, que según el citado medio estuvo a punto de irse este verano, se ha ido distanciando con el paso del tiempo. Todo un culebrón que promete muchos más capítulos.