Las rotaciones de Luis Enrique generan malestar en la plantilla del Barça

Los cambios introducidos por el técnico asturiano no son del gusto de los jugadores

Las rotaciones de Luis Enrique generan malestar en la plantilla del Barça

Primer aviso. Luis Enrique le está sacando gusto a esto de ejercer de entrenador. Tras un toque aparentemente definitivo en el primer año del asturiano al mando del Barcelona, la famosa rebelión de Anoeta liderada por Messi que terminó con ‘Lucho’ alineando a los pesos pesados por orden de la directiva, ahora el equipo vuelve a estar más que mosca con el asturiano.

 

Luis Enrique se encuentra este año como un niño con zapatos nuevos. La temporada pasada el once era tan justo y las diferencias con los suplentes tan abismales que no había lugar al cambio. Jugaban los once de siempre porque no había nada mejor. Ahora, con la llegada de Andrés Gomes, Digné, Alcácer, Umtiti y compañía, la cosa cambia.

 

El entrenador del Barça le vuelve a sacar gusto a las rotaciones. Cambios que ponen los pelo de punta en el equipo. En las caseta azulgrana entienden la necesidad de descanso, pero no que aceptan que el técnico varíe una amplia mayoría de efectivos de un encuentro a otro. Uno, máximo dos jugadores por encuentro, pero no la locura que dejó al Barcelona sin puntuar ante el Alavés.

 

Unas decisiones que están teniendo consecuencias internas. Los celos/envidias por el rasero de medir de ‘Lucho’ con unos y otros se han disparado. Los pesos pesados marcan perfil y avisan que el once del Barcelona es el que es salvo lesión, sanción o partidos intrascendentes o en victorias por goleadas. Empezar con la clase media en el campo en un tiro en la sien que en el vestuario no pasan.