La pregunta que se hacen en el vestuario del Barça sobre el Real Madrid

Las tres jugadas que han favorecido al Real Madrid que despiertan los recelos entre los jugadores del FC Barcelona.

La pregunta que se hacen en el vestuario del Barça sobre el Real Madrid

En el vestuario del Barça han recuperado la polémica sentencia pronunciada por Diego Simeone hace dos veranos, cuando afrmó que "La Liga está peligrosamente preparada para que la gane el Real Madrid". En su razonamiento tenía mucho que ver que una Liga de las últimas siete era muy poco para el Real Madrid y daba a entender que alguna ayuda recibiría para sumar un nuevo título, aunque finalmente la Liga volvió a llevársela el Barça el pasado año. 

 

Los jugadores del FC Barcelona están con la mosca detrás de la oreja por las decisiones de los árbitros que van viendo jornada a jornada y que favorecen al Real Madrid. Paralelamente asisten asombrados al juicio paralelo que desde Madrid se hace contra el Barça, al que se acusa de haberse aprovechado de un nuevo penalti a su favor en Leganés, cuando el partido estaba resuelto y las imágenes demuestran que fue un agarrón de libro que no merece interpretaciones. Y se hacen la misma pregunta que Simeone. ¿Está la Liga peligrosamente preparada para que la gane el Real Madrid?

 

El Real Madrid, que ha disputado cuatro partidos y los ha ganado todos, se ha visto beneficiado por dos errores arbitrales que de no haberse producido posiblemente cambiarían su situación en la tabla. Fue ante el Celta en el Bernabéu (2-1) en la segunda jornada. Morata anotó el gol del triunfo en una flagrante posición de fuera de juego. Los jugadores del Barça también quedaron perplejos por las manos clamorosas de Sergio Ramos en Cornellà que debieron haber significado su expulsión por doble amonestación, pero el teatro de Ramos revolcándose y haciendo creer al árbitro que el balón le había tocado en la cara varió el rumbo del partido en opinión de buena parte de la plantilla barcelonista que en su momento también comentó con sorpresa la decisión del colegiado Fernández Borbalán en el Real Madrid-Osasuna, cuando pitó penalti contra el Real Madrid en una jugada que acabó en gol osasunita. Al no conceder la ley de la ventaja, y con 5-1 en el marcador, su decisión servía para maquillar la estadística del Real Madrid, sufriendo un penalti en contra, y daba la oportunidad al equipo blanco de evitar el gol, que ya se había producido, si Osasuna fallaba el penalti, como asi ocurrió.

 

Son detalles que no pasan desapercibidos a los jugadores del FC Barcelona, que tienen muy claro que para revalidar el título de Liga tendrá que ser mejores que el Real Madrid y superar los obstáculos que los "elementos" le pongan en el camino. 

El siguiente tanto de Orellana, que debió servir para que el Celta se adelantara en el marcador, sólo sirvió para contrarrestar el error arbitral. Luego decidió Kroos un partido que el Real Madrid no mereció ganar.

Y esta jornada ha llegado la segunda gran ayuda arbitral, que ha decantado otro encuentro a favor de los blancos. En esta ocasión, inapelables los dos goles que le endosó al Espanyol, de James en el tiempo añadido del primer tiempo, y Benzema. Pero el colegiado canario Hernández Hernández fue mermando al Espanyol con sus decisiones e influyó claramente respecto a lo que pudo ser el partido sis sus errores.

Sergio Ramos debió irse a la calle a los 24 minutos de juego. Había visto una clara cartulina amarilla nada más empezar el partido por una dura entrada a Leo Baptistao. En el 24, Ramos cortó claramente con las manos un disparo de Hernán Pérez. El defensa se echó las manos a la cara y teatralizó haber recibido un fuerte balonazo. Engañó al árbitro, que era su objetivo, y evitó la expulsión y se quedará sin la merecida sanción. Si se hubiera ido a la calle, quizás el partido hubiera sido otro. En el segundo tiempo, Hernández Hernández pasó por alto otra clara mano, esta vez de Carvajal, al borde del área madridista. Sin duda, un gol encajado en el descuento, especialidad del Madrid, y la no expulsión de Sergio Ramos influyeron claramente en el desenlace final del partido en Cornellà-El Prat.