Zidane también cometió su propio fallo en la jugada del penalti de Ramos
No muchos análisis se han hecho eco en suficiente medida de qué estaba pasando en el equipo blanco cuando el central cometió la infracción.
Si el Villarreal pudo llevarse un punto este miércoles del Santiago Bernabéu fue porque supo jugar en el coliseo blanco. Porque defendió de forma magnífica y porque fue poco a poco encerrando a los merengues en su fútbol, más pausado, lento y alternando fases de actitud defensiva con salidas controladas al contragolpe y con espacios, que causaron problemas en la defensa local. Pero también porque el Real Madrid tiró la primera mitad y porque en la jugada del penalti, hubo varios fallos encadenados.
Una jugada crucial, decisiva, que terminó con mano de Sergio Ramos en el borde pero ya dentro del área grande, pero que había empezado a tornarse en negra segundos antes. Cada error se fue agravando con el siguiente.
Para empezar, Varane cometió una irresponsabilidad manifiesta al intentar hacer una 'roulette' sacando el balón desde la defensa y perdiéndolo ante el acoso de un jugador del Villarreal. Quiso jugársela en un lugar peligrosísimo y erró. Pero no sólo porque la decisión sea mala en cualquier situación, y porque además era prácticamente el último hombre, sino porque en ese momento, el Madrid estaba con diez.

Era justo el momento en el que Marcelo ya estaba fuera del terreno de juego por lesión. Carvajal andaba preparado, vestido de corto y esperando la autorización del árbitro para entrar (por cierto, sin apenas calentar). Nadie hizo una falta táctica para parar el juego y efectuar la sustitución. Tampoco a Varane se le ocurrió pensar que su maniobra podía entrañar doble peligro: faltaba un defensa.
Con el robo del Villarreal, la jugada se fue emponzoñando. El galo pudo tapar el posible disparo amarillo una vez, pero entre recorte y recorte, el balón llegó a la mano de Sergio, que por segunda semana consecutiva sacó los brazos a pasear tirándose al suelo de forma inexplicable. El resto ya es historia.
Zidane también estuvo poco hábil en toda esta secuencia. No hizo el cambio cuando pudo haberlo efectuado antes. Y se equivocó. Todos dormidos, todos demasiado confiados... y los dos primeros puntos que vuelan en esta Liga.