Desmontando el Laboratorio del Barça: La última tomadura de pelo

La pizarra de Luis Enrique tiene demasiados puntos oscuros como para sacar pecho por un gol precedido de un rechace.

Desmontando el Laboratorio del Barça: La última tomadura de pelo

Luis Enrique sacó pecho y presumió de pizarra al término del agónico triunfo del Barça en Moenchengladbach ante un rival más que limitado. El técnico le colgó una medalla a Unzué, su segundo, por su visión de estratega y señaló a la pizarra del cuerpo técnico como máxima responsable del triunfo en Alemania. Y los medios más próximos al FC Barcelona han comprado el discurso y se han dedicado a loar las excelencias de esa extraordinaria pizarra capaz de marcar goles y ganar partidos.

 

Sin embargo, entre los jugadores no ha calado ese mensaje y no ocultan entre ellos su sorpresa porque los medios puedan hablar de jugada de pizarra la que significó el segundo gol del Barça en Alemania. Una jugada en la que hubo rechaces y Piqué tuvo tiempo hasta de acomodarse el balón a un metro de la puerta vacía. Es de esas jugadas que pueden probarse cien veces y sólo salen dos y, desde luego, tiene muy poco de estratégica. Es lo que piensan unos jugadores que no salen de su asombro al leer, oír y ver las flores que los medios han lanzado en las últimas horas al laboratorio de Unzué.

 

Y están asombrados porque para ellos preparar el partido estratégicamente es tener bien estudiado al rival, conocer sus puntos débiles y saber por dónde puede hacer daño y cómo se le puede hacer daño. Eso no ocurrió en Alemania, aunque Luis Enrique presumiera de pizarra. Los jugadores hubieran preferido que el técnico hubiera puesto en juego una alineación más coherente que no hubiera precisado de cambios en el minuto 53, lo que indica que el Barça no hizo las cosas bien de salida. Y pasó lo que pasó, que durante la primera hora de juego el modesto Borussia MG le pasó la mano por la cara al Barça, como ya hizo el Alavés recientemente. Para los jugadores barcelonistas la referencia de Luis Enrique a la pizarra ha sido inoportuna y desafortunada.