La apuesta por James Rodríguez: la cruzada de Florentino Pérez en el Madrid
El presidente no se arrugó ante aquellos que creían que el colombiano era tan solo un 'cromo' más en su colección
Florentino Pérez anda estos días sacando pecho y con razón. Su apuesta personal, el fichaje de James Rodríguez -no contaba con la aprobación de Ancelotti- le ha salido cara.
Fichado por el excelente Mundial que realizó, el colombiano ha sorprendido en la zona noble del Bernabéu donde muchos pensaban que Rodríguez era un 'cromo' más en el afán de Pérez por hacerse con jugadores mediáticos.
En el Real nadie duda de que si James no hubiera sido el máximo goleador de la pasada cita en Brasil hoy no estaría en el Santiago Bernabéu. El desembolso de 70 millones de euros se realizó gracias a la venta de Ángel Di María al Manchester United por unos 75 y contra la voluntad de un Carletto que se opuso como nunca y que ahora calla y suelta parabienes de Rodríguez como el primero.
La explosión del jugador ha tapado la boca a los escépticos y reforzado las tesis de un Florentino Pérez que ficha por intuición: cuando el Madrid fichó a James no sabía lo que tenía entre manos. Ni lo sabía el presidente pero tampoco un Ancelotti que estaba convencido de que lo de James era pan para hoy, hambre para mañana.
Carletto quería retener a Di María, fijar a Xabi Alonos y había pedido al ‘presi’ el fichaje de Arturo Vidal. Pero Pérez fue a lo suyo. Nada nuevo.
“Ha jugado con mucha humildad” “Ha sorprendido a todo el mundo. Se ha acostumbrado rápido al juego del equipo. Su temporada es buena. Ha ayudado al equipo y, además, ha jugado con mucha humildad”, comentó el técnico italiano esta misma semana.
Después de ser protagonista activo de la racha de 22 victorias consecutivas ha vuelto con más fuerza que nadie y se ha convertido en un intocable –este sí- para Carlo. Talento, verticalidad, adaptación a retrasar su posición en el campo y sacrificio defensivo, cuatro cualidades de James que apartaron de un plumazo a Isco.
En Liga es el tercer máximo asistente –tras Messi y Cristiano– con 10 pases de gol y ha logrado 11 goles, teniendo el mismo porcentaje que su compañero Bale, con 0,46 goles por partido. Un acierto del presidente. ¿O fue una moneda al aire?