El tirón publicitario de Xavi Hernández: cuando la veteranía es un grado

La veteranía es un grado. Que se lo digan a Xavi Hernández. Y no sólo dentro de los terrenos de juego, donde lo aprendido en mil y una batallas compensa muchas veces con creces ese punto de frescura que, inevitablemente, se pierde con la edad. El capitán del Barcelona, a sus 35 años y que todavía deshoja la margarita para decidir si dejará o no el club para enrolarse en una aventura en Qatar a partir del próximo verano, tiene todavía mucho tirón mediático. Tanto, que ha firmado recientemente importantes campañas publicitarias para Gillette, Heineken o Lexus.

El jugador ingresa cada año unos tres millones de euros en concepto de derechos de imagen, pero está bajo el punto de mira de Hacienda, que le reclama cuatro millones de euros por haber tributado parte de sus ingresos por el Impuesto de Sociedades cuando debería haberlo por el IRPF, según el fisco. El jugador, por el momento, se ha ofrecido a pagar poco más de dos millones de euros. La presión fiscal, precisamente, es uno de los factores que le empujan seriamente a cambiar de aires el próximo verano.

Su imagen como símbolo barcelonista, tras casi 17 años en el primer equipo, vale mucho. Le ha valido protagonizar campañas para empresas tan dispares como Dentix, Cacaolat o Garmin, entre otras. Además, es uno de los jugadores franquicia de la multinacional deportiva Adidas y tiene acuerdos de patrocinio solidario con la Fundación La Caixa y Turisme de Catalunya.