Ramos ataca a sus críticos, pero está 'vigilado' en el Madrid y la Roja
Su claro error en el penalti que le dio el empate a Italia este jueves le coloca definitivamente en el centro de todas las miradas.

El debate Sergio Ramos está servido. Después de varios partidos, prácticamente todos los oficiales que ha disputado esta temporada, el cúmulo de errores que el capitán del Real Madrid y la Selección española comete en cada partido ha acabado pesando por insistencia. Ya no hay prácticamente nadie que no admita que el central madridista está pasando, probablemente, por uno de los peores momentos de forma de toda su carrera.
La polémica se centra ahora, como casi siempre, entre los partidarios de 'cercenar' ya al futbolista de la titularidad en su club y en el equipo nacional por su baja forma y los que reclaman un trato especial para una leyenda del fútbol español por todo lo que ha dado. Más margen. Un debate parecido al que sufrió Iker Casillas en su día, básicamente.
El propio Ramos, que no es tonto, es consciente de su momento de forma y tras ser el responsable del empate de la Roja en Italia tras haber merecido ganar el encuentro después de cometer un penalti, el cuarto que hace esta temporada, atendió a los medios y dio la cara. Su reacción evidencia muestras de nerviosismo, a la par que preocupación, debido a la agresividad de las mismas.
"Los errores nos pueden pasar a todos, también a Buffon que es un emblema para Italia, pero aquí le aplauden y en España te pitan, es la gran diferencia. La envidia nos puede y aquí la admiración se ve por cada paso que vas dando. Que disfruten ahora los que me tengan que rajar porque al final acabarán callados muchos años", aseguró.
Además, añadió que "soy feliz por encima de todo, como decía el gran abuelo (Luis Aragonés) tengo la espalda y el culo 'pelao'. Ni cuando me han halagado me he venido arriba, ni con la crítica me vengo abajo. Vivo al margen de eso. Cuando uno es capitán tienes que dar la cara y aquí estoy"
"Me encuentro muy bien físicamente, los errores no son por jugar con molestias. Los fallos marcan y la gente se queda con esos pequeños detalles. Se puede criticar pero no lo comparto. ¿El penalti? Es riguroso pero se puede pitar. Es el típico penalti que se pita uno de cuarenta, pero a mí por las últimas acciones quizás me tengan cogida la matrícula". Van a ser semanas largas para el camero, que también ha empezado a perder la confianza de una parte de la grada y del aficionado madridista. Pequeña, pero que sirve para demostrar que quién más o quien menos, todos son conscientes de que no está bien.