Los primeros signos de prepotencia en el Barça están encendiendo al Madrid

Euforia. El Barcelona vive su momento más dulce de la temporada. El equipo suma sus partidos por victorias y goleadas. Tanto es así que, según informa Sport, una proclama recorre ya las paredes de Can Barça sin pudor.

“Si eliminamos al Bayern Múnich, el triplete será nuestro”, es el convencimiento general que circula por el vestuario en las últimas semanas ninguneando al posible rival -Juventus/Real Madrid-, que pese a no querer hablar públicamente del triplete porque muchos dicen que “trae mala suerte”, en la mente de los jugadores ahora mismo el objetivo de lograr los tres títulos es una posibilidad que se ve cada día más real.

Un grado de confianza que preocupa y ocupa al cuerpo técnico que, sin decirlo abiertamente, prefiere agarrarse a la máxima de Simeone que impone el partido a partido. Porque si bien la dinámica es positiva y la plantilla se encuentra a escaso encuentros de firmar la efeméride, también son escasos los partidos en los que se puede ir todo al traste.

Luis Enrique y compañía dudan de que este Bayern, con la vuelta en Alemania, se un equipo al que cargarse de una competición que, además, vivirá la final en su país. Guardiola, tras caer en la Copa y con la Bundeseliga en el saco, lo tiene puesto todo a la Champions.

Profundo respeto al Bayern

Un optimismo/seguridad que no está pasando por alto en la capital donde, en clave Europea, tienen muy claro que en un hipotética fianl de Champions quieren al Barça. Y es que el Barcelona ha sido y es capaz de lo mejor y lo pero este curso. Ha vivido de fogonazos y ante los grandes de la Liga ha mostrado graves carencias.

En el Real, además, existe el convencimiento que a un partido el Madrid es superior: el histórico miedo del barcelonismo a perder ante el Madrid en una gran cita pude atenazar al entorno que disparará la presión hasta máximo históricos. El club blanco, por trayectoria y éxitos en la competición - es el vigente campeón y suma diez títulos- llegaría más descargado a un duelo que podría dejar al Barcelona tocado de por vida en caso de que los blancos levanten la undécima en Berlín ante su gran rival. Algo que sería recordado eternamente y marcaría para siempre la historia de quejas y lamentos azulgrana.

Con el Bayern, por contra, no lo ven nada claro: el conjunto de Guardiola tiene oficio, tablas y técnico para ganarles en una final que tendría al conjunto de Múnich como favorito.