Los pitos de un sector del Bernabéu a Cristiano tuvieron consecuencias

La relación entre Cristinao Ronaldo y el Bernabéu es como una pareja y tiene días. Ayer tocó tempestad. Los pitos que el público le propinó en algunos pasajes del encuentro no gustaron nada a un CR7 que sigue mirando con incredulidad como un sector de la grada se levanta contra su persona.

Ronaldo lleva muy mal las críticas, pero lo que pero encaja es que sea su propia afición la que lo ponga en el punto de mira a ojos del mundo. Cristiano volvió a quedarse sin marcar -van tres partidos- y el luso la tomó con el público a quien volvió a dedicar su ya famoso "jódanse" que recogió las cámaras de Canal+.

Y es que en algún pasaje del encuentro el Beranbéu perdió la paciencia con Cristiano y le recriminó las ansias por marcar. En concreto fue en la segunda mitad cuando el luso prefirió soltar un zapatazo que fue a parar al graderío en lugar de habilitar a Chicharito, libre de marca en la contra.

CR7 lo intentó de todas las maneras posibles y, como siempre que no tiene suerte, su enfado fue creciendo cuanto más lejos veía la ocasión de hacer gol. Una frustración que le lastró más todavía y le dejó, finalmente, sin ver puerta y con un visible enfado contra Arbeloa, contra el público y contra sí mismo por no haber logrado aumentar la distancia con Leo Messi en la lucha por el Pichichi, en particular, y el Balón de Oro 2015, en global.

Coentrao calmó a CR7

Tal era el cabreo por el atrevimiento de la grada que tras el encuentro Coentrao, uno de sus mejores amigos dentro de la plantilla blanca tuvo que frenar su ímpetu. El gesto del luso era un poema. Unas niñerías que están agotando la paciencia de un vestuario que ya muestra su malestar ante el egoísmo de Cristiano.