El golpe de autoridad de Zidane (no contado) antes del derbi

El golpe de autoridad de Zidane (no contado) antes del derbi

El técnico francés volvió a demostrar su carácter, muchas veces infravalorado, horas antes del encuentro del Calderón.

Si hubo algún gran triunfador de la noche en el último derbi madrileño de la Liga en el Vicente Calderón, el orden debería empezar en Cristiano Ronaldo y terminar en Zinedine Zidane. Porque el técnico francés, que dominó el choque de principio a fin desde la pizarra y dejó a todo un consumado estratega como Simeone sin respuesta táctica durante noventa minutos, sale no reforzado, sino 'doctorado' del coliseo rojiblanco. Poco creíble será cualquier análisis sobre el Real Madrid que tache al galo de comparsa o inexperto a partir de ahora. Demostró que no está puesto a modo de marioneta por la directiva como se empeñan en insistir algunos, sino que es un hombre con ideas y mucho recorrido en los banquillos.

 

Zidane decidió el partido incluso antes del pitido inicial imaginando el guión del mismo y lo clavó. Comprendió que las características del encuentro iban a empujar al Atlético a jugar como no había jugado hasta ahora, menos aún ante el Madrid: al ataque y dominando el balón lo máximo posible. Aprovechó las malas noticias en forma de bajas para alinear un once más equilibrado que ofensivo, con las ideas clarísimas, y destinado a atacar de forma directa y aprovechando los espacios que iba a dejar su rival. Le salió a la perfección. Isco se encargó de 'taladrar' a la defensa rojiblanco y Cristiano hacía de finalizador.

 

Zidane y Ramos

 

Pero, además, si por algo sorprendió a todos Zizou fue por sus dos importantes decisiones antes del partido: en dos gestos de entrenador de enorme fortaleza no puso a Sergio Ramos de titular cuando todos los medios lo daban por hecho, y situó a Nacho junto a Varane en el centro de la defensa. El trabajo del capitán blanco durante todas estas semanas para poder llegar al derbi había sido enorme y se había confirmado que estaba disponible, pero el técnico no debió verle a tope y prefirió alinear al canterano, más rodado. Pocos entrenadores tienen la valentía de sentar a un peso pesado como el sevillano estando disponible y en un partido así.

 

Tampoco sucumbió Zidane a la presión mediática que supone la BBC. Dejó a Benzema en el banquillo y colocó a Lucas Vázquez de inicio, demostrando, en definitiva, que él es el jefe y que decide sobre todas las cosas en el vestuario. Su gesto con Cristiano Ronaldo, sustituido ante Las Palmas hace ya más de un mes, y el consecuente debate que se montó alrededor de aquel polémico cambio, muy pocas veces visto sin que exista un pacto previo en la etapa del portugués en la casa blanca, ya levantó mucha polvareda. Ahora, Zidane apaga cualquier debate en torno a su fortaleza dentro del vestuario con estas dos decisiones, que han sido muy poco comentadas. Y para culminar, ni siquiera se dejó embaucar por las ganas de Ramos de saltar al césped en la segunda mitad del derbi para disfrutar del 0-3. Nada le hizo variar sus planes.