Alemania le va a pasar factura a Guardiola por la humillación del Camp Nou

El entorno del club compuesto por ex jugadores no le perdona que el Bayern no disparara ayer entre los tres palos en todo el partido.

Alemania le va a pasar factura a Guardiola por la humillación del Camp Nou

Pep Guardiola fue recibido con mucho recelo en el Bayern Múnich. En el Barça podía ser un símbolo con crédito ilimitado. Pero en Alemania no es más que un técnico extranjero que ha llegado a Múnich para hacer fortuna. Guardiola sustituyó a Jupp Heynckes, un técnico muy querido que dejó al equipo como campeón de Liga, de Copa y de Europa. A lo más que podía aspirar Guardiola en el Bayern era a igualar a su antecesor, nunca a superarlo. Y, de momento, va camino de fracasar en el intento dado que la Champions League se le resiste y este año también ha perdido la Copa alemana.

 

Los Beckenbauer, Effenberg, Matthaus y compañía ya han llevado sus voces críticas a los medios de comunicación alemanes lamentando que el Bayern se convierta en una copia del Barça renunciando a sus valores históricos basados en la fuerza física. Y no le perdonan que el Bayern no disparara a puerta una sola vez sobre el portal de Ter Stegen,  que sólo tuvo que intervenir en un rechace de un defensa barcelonista que estuvo a punto de colarse en su portería.

 

El orgullo alemán está herido. Alemania viene de proclamarse campeona del mundo y el complicado entorno del Bayern no está dispuesto a aceptar que el paso del equipo por el Camp Nou se saldara con una humillación. Pep tiene un año más de contrato y todo hace indicar que a lo máximo que puede aspirar es a cumplirlo. El fútbol de control y toque no gusta en Alemania, en donde consideran que la posesión del balón no sirve para nada si no se traduce en goles. A Pep Guardiola le esperan meses difíciles. En Alemania no tiene crédito ilimitado y sólo le juzgan por los hechos. Lo demás no interesa.