Desvelan para quien iba la rabia de Messi en la celebración de los goles
A Leo no se le había visto una explosión igual en toda la temporada
No era un partido más. Leo Messi llevaba meses, casi un años, sin celebrar un gol con tanta efusividad/rabia. Al argentino no se le veía un ‘sprint’ así: agitando los brazo y gritando como un poseso desde que marcara en la última final de Wembley con Guardiola en el banquillo.
La noche era especial para un Leo y varios miembros del equipo con cuentas pendiente con Pep. El adiós de entre Pep/Messi estuvo salpicado de episodios que distanciaron a técnico y futbolista hasta el punto de guardar las apariencias y nada más.
Reconoció el de Rosario en la previa que no había vuelta hablar con Guardiola tras salir del Camp Nou y ante el Bayern, con Pep en el banquillo, le mandó un mensaja, SMS, Whatsapp, que vale por cualquier charla en ese período. Messi se vació.
El astro, en quince minutos, destrozó al Bayern de Múnich y a Josep Guardiola porque quiere que su FC Barcelona dispute la final de la Champions del 6 de junio en Berlín. Luego corrió como un loco para gritarle al mundo, a Pep, quien manda en el Barça.
La cara de Guardiola era un poema. El de Santpedor le ha escocido en suma manera que el ejecutor de su equipo se un Leo al que ninguneó en su último año en el Barcelona hasta el punto de pedir su venta y atreverse a afirmar que "hemos creado un monstruo". Un monstruo que crece y crece y que ha puesto a Pep más cerca del televisor el 6 de junio, final en Berlín, a no ser que Guardiola quiera dejarse caer por el lugar para ver jugar a ‘su’ Barça.