Casillas recahaza la primera propuesta del Madrid para abandonar el club

Iker Casillas y el Real Madrid se mueven. El Real no puede esperar a verano para tomar decisiones y quiere saber si la marcha del portero puede traducirse antes de abril en un acuerdo de facto entre las partes. Sino hay entente tocará tirar del carro un curso más.

El Madrid está sondeando la opción de fichar a David de Gea, al que el United quiere renovar pese a no ser santo de devoción de Van Gaal –“no nos da puntos”– y necesita tomar decisiones ya. El ex del Atlético ha puesto unas condiciones exigentes para ampliar su contrato -pide una cláusula de rescisión de 30 millones pese a los 10 ‘kilos’ netos que le ofrece por temporada- a la espera del movimiento prometido por el club blanco a su representante, Jorge Mendes. ""Espéranos hasta abril, necesitamos ese tiempo para llegar a un acuerdo con Casillas para su salida del club", le dijo Florentino a Mendes en una de sus últimas conversaciones por David. Y en eso andan. Y no será fácil.

Fuentes del club blanco aseguran que el representante de Iker ha contestado a los primeros sondeos del Real afirmando que el capitán blanco tiene contrato hasta el 2017 y su intención es cumplirlo. La salida de Casillas deber pagarse. La titularidad que le ha devuelto Ancelotti después de año y medio de purgatorio es el mejor argumento para tensar una cuerda que en el club amenaza ya a rotura.El Madrid le ofrece negociar su marcha a la baja aceptando un traspaso mínimo por el portero, dándole las gracias por los servicios prestados y punto. Por su parte, el de Móstoles - muy molesto por las negociaciones con De Gea- niega el primer ofrecimiento del club y argumenta que su adiós debe ir acompañado de su ficha íntegra de siete millones de euros de la siguiente campaña y la carta de libertad para conseguir una prima de fichaje que compense la presumible bajada de sueldo en el club de destino. Mal inicio. Y más si se tiene en cuenta que el presidente espera a Iker con ganas. 

Florentino no olvida el pasado

El mostoleño sigue (y seguirá) bajo sospecha para muchos aficionados y, especialmente, para Florentino que, más que dudar en mayor o menor medida de su rendimiento, sobre todo desconfían de su compromiso.

Como si de una cantada característica de los porteros se tratara, Casillas se quedó a media salida del Real Madrid y su camino a la normalidad ya no tiene retorno, lo cual es un problema tanto para él como para el propio club, aunque más de uno parezca no darse cuenta. 

Por más que en una de sus últimas entrevistas asegurara que “sería incapaz de abandonar el Madrid y firmar por un club que le haga competencia”, lo cierto es que Iker ya intentó irse a clubes tan importantes como el Arsenal.

Sin embargo, si no lo hizo fue porque sencillamente no pudo. En el caso del equipo que dirige Arsène Wenger, fue el técnico francés quien no mostró ningún interés en su fichaje. En otras opciones, fue la falta de acuerdo entre Casillas y el presidente Florentino Pérez lo que bloqueó su salida.

Sea como fuere, lo que parece evidente es que la marcha de Iker del Madrid no apunta a camino de rosas. Una circunstancia que, dependiendo de los derroteros que termine tomando, de las exigencias económicas del portero y de sus más que seguras filtraciones, puede manchar aún más el adiós de un futbolista muy cuestionado por un amplio sector de la afición.