La 'jugada tramposa' de Zidane para frenar a James Rodríguez

Este martes es un día especial. Y es que estaba previsto que Zinedine Zidane y James Rodríguez volviesen a verse las caras, después de la 'rajada' del futbolista colombiano tras el Mundial de Clubes de Japón. Será la primera vez que entrenador y jugador estén frente a frente, en medio de un clima extraño por las Navidades y también enrarecido por unas palabras, las del mediapunta, que sorprendieron hasta a su agente. Lejos de saber si ya está arrepentido o no, lo cierto es que ahora James se enfrenta a un posible 'castigo' por parte del cuerpo técnico y del club con toda la segunda mitad de la temporada por delante.

Porque no se le venderá en enero. Ni las condiciones del mercado ni tampoco su precio actual, muy por debajo de lo que los blancos pagaron por él, propicia una salida. Por eso, se espera con impaciencia la reacción de Zidane. De lo que decida y haga el francés dependerá mucho el futuro del jugador tanto en la casa blanca como fuera de ella. Y precisamente por eso, lo normal es que Zizou no cometa el error de empezar a dejarle en la estacada.

Enero y febrero son meses muy intensos. Se vienen las eliminatorias de Copa del Rey con el Sevilla como primer plato fuerte en el camino hacia la final, y tras el Mundial de Clubes será difícil que el Madrid no sufra algún bajón futbolístico propio del cansancio y el desgaste. Por eso, el técnico galo tendrá que tirar de toda la plantilla. Y ahí es donde James puede revalorizarse de nuevo si sabe utilizar sus cartas y rinde a buen nivel.

No obstante, la 'trampa' en este plan por parte del Real Madrid está en el objetivo final. Por mucho que Rodríguez vuelva a contar con minutos, a ser regular y a ofrecer el nivel de antaño, su tormentosa relación con la entidad le ha pasado factura y por nombres sigue sin tener un hueco en el once titular tipo del equipo. Así que será un 'engordar para morir', como suele decirse. Una exhibición con vistas a una salida... salvo si él lo remedia.