Cinco guerras que están destrozando al Barça ( y al vestuario)

Cinco guerras que están destrozando al Barça ( y al vestuario)

Los líos internos descuartizan a la entidad

Lío. Y gordo. El Barcelona vive en una guerra de guerrillas permanente que amenaza con devorar a la entidad. Los conflictos en los despachos ponen al club contra las cuerdas que ha perdido influencia en las altas instancias del fútbol europeo/español/mundial.

 

 

 

El Barça ha pasado de ser un club con ‘bula’ a una entidad incómoda que genera casi un rechazo unánime. Sus desplantes a la Liga, los ataques a los árbitros (RFEF), su guerra abierta con la UEFA por las ‘estelades’/pitos al himnos de la Champions o la sanción FIFA y el último plante a la gala organizada por el máximo organismo del fútbol mundial, colocan al Barcelona en jaque.

 

Mientras el Real Madrid gana protagonismo en los despachos, la entidad culé pierde entrada justo donde se decantan decisiones. Llevarse mal con los que manda es un juego peligroso. Una ruleta rusa que le está saliendo cara al Barça.

 

El vestuario tampoco traspira un clima mejor. La batalla interna amenaza al grupo. Los celos/envidias por las últimas renovaciones ha abierto más brecha entre los distintos grupos/clanes. Luis Enrique está en el punto mira de los pesos pesados. Jugadores como Rakitic/Jordi Alba están al límite por las rotaciones sin sentido de Lucho. Mientas la plana mayor del equipo sólo salva a Umtiti de los nuevos refuerzos.

 

Arda Turan vuelve a las andadas, Ter Stegen no da confianza bajo palos, Paco Alcácer se arrepiente día sí, día también, de haber fichado y Piqué divide el grupo: no todos aceptan la guerra personal en al que ha convertido las quejas arbitrales. En el vestuario pueden compartir el fondo, pero no las formas de un jugador que no es ni capitán y se cree entrenador, directivo y presidente. Iniesta es quien lo lleva peor.