El feo gesto de Sergio Ramos que refleja la psicosis del vestuario blanco

El feo gesto de Sergio Ramos que refleja la psicosis del vestuario blanco

Al capitán del Real Madrid pudo salirle cara una acción en el partido del pasado miércoles ante el Celta de Vigo.

Tocados. Esa es la reflexión en voz alta que hicieron los jugadores del Real Madrid el pasado miércoles después de caer por segunda vez consecutiva esta temporada ante el Celta. Una derrota que pone al equipo contra las cuerdas en la Copa del Rey y que limita sus posibilidades de conseguir el ansiado triplete esta temporada. Pero que, por encima de todo, instala las dudas en el seno del vestuario después de 40 partidos sin perder. Muchos futbolistas reconocieron ante la prensa que la derrota en Sevilla les había dejado rotos anímicamente.

 

 

Y esa sensación de perder los papeles, de nervios, pudo palparse incluso sobre el césped del Bernabéu durante el partido frente a los gallegos. Un duelo en el que el Real fue de mas a menos, nunca llegó a ser dominador claro y apenas pudo crear peligro contra la portería celeste, cayendo a manos de los contragolpes del equipo de Eduardo Berizzo. Malas sensaciones, como decimos. Y en medio del juego, un enfrentamiento típico y propio de un partido, pero que a uno de sus protagonistas se le pudo ir de las manos.

 

Hablamos de Sergio Ramos, que se las tuvo con Iago Aspas durante todo el encuentro. Ambos jugadores se enzarzaron en varias disputas y protagonizaron una bronca durante el segundo periodo, en el que no se trataron precisamente de 'guapos'. Ninguno quiso darle importancia al incidente después del encuentro, pero ahora, las cámaras de televisión captaron un gesto por parte del futbolista de Camas que podría haberle costado caro.

 

Nada menos que un 'escupitajo' por parte del central, que afortunadamente no llegó a su destinatario. Aspas tampoco pareció darse cuenta del 'ataque' del madridista, que de haber sido visto por el árbitro podría haber acarreado una expulsión, con el consecuente lío para el partido de vuelta. Pero es evidente que los nervios estaban a flor de piel. Y es que el Madrid sabe que todo lo que ha conseguido durante la primera mitad de la temporada no se le puede ir ahora en un mes.