Messi lidera un pacto en el vestuario del Barça con Luis Enrique

Pacto. El objetivo está conseguido. Luis Enrique no seguirá en el Barcelona ni que los azulgrana remontaran al PSG y lograran el triplete. El terremoto que agitó la caseta culé en París ha tenido consecuencias inamovibles. Los pesos pesado se plantan: no quieren a ‘Lucho’ el próximo curso. Y ‘Lucho’ no seguirá.

Con todo aclarado, Messi lidera un acuerdo común en la plantilla azulgrana: el equipo peleará por cada título como si le fuera la vida. La temporada, más allá de las desavenencias con el técnico, no está perdida. Leo y compañía van a por la Liga, sienten que la Copa es la mejor opción y no darán el brazo a torcer en la Champions. La remontada suena a quimera, pero el orgullo les obliga a la machada. Y lo intentarán.

Los capos del equipo toman el mando. Desde ya las rotaciones va a pasar a mejor vida. El vestuario se reunió con el staff técnico y salaron chispas. Caras largas y verdades que duelen: no más experimentos. La historia de Anoeta se repite por última vez: hasta final de curso jugarán los mejores. Sin inventos.

París costará una Champions –salvo milagro-, afirman desde dentro, pero puede enderezar el rumbo a un Barça perdido. La falta de ideas, de fútbol; la pérdida del ADN azulgrana y unos fichajes discutidos hasta el extremo en el grupo, liquidan a un Luis Enrique que de no haber ganado el triplete en su primer año estaba en la calle por petición del vestuario. De este año no pasará.