Jugadores del Barça celebran la clasificación retando al Madrid en privado

Para muchos es ahora o nunca. El vestuario guarda infinidad de cuentas pendientes

Jugadores del Barça celebran la clasificación retando al Madrid en privado

Y el Barça des desmelenó. El equipo llevó la fiesta al vestuario del Allianz Arena y la continuó en el avión de regreso a Barcelona donde corrió el cava y la alegría.

 

El Barcelona se planta en el tramo final de la temporada con derechos. Con derecho a ganar la Liga, la Copa y rematar con la Champions. Con derecho a firmar un triplete que se daba por imposible en enero. Y con derecho de pedir/retar al Madrid, y en privado, para la final de Berlín.

 

El conjunto azulgrana, con cuatro de ventaja en Liga sobre el Real, necesita una victoria en las dos jornadas que restan para salir campeón. Se puede permitir hasta un pinchazo en el Calderón. Está en la final de la Copa y ya ha sacado billete para la final de Berlín, a pesar de la convulsión que vivió la entidad a media temporada.

 

El Madrid, una vez más, se agarra a la Undécima para salvar el año. Pero en el vestuario/despachos del Real hay miedo a un segundo triplete azulgrana en Berlín y con el Madrid en frente. Creían que el ciclo había terminado. Y no es así.

 

El Barcelona ha llegado al tramo final de la temporada con un momento de dulzor si igual. Messi, Neymar, Suárez han sacado los colores a la BBC -Benzema, Bale, Crtistiano- y suman los partidos por victorias acompañadas de festín. Este Baçra mete miedo. Un miedo que desde el vestuario perciben/intuyen y que está dando alas a la plantilla azulgrana que asume el reto: los Xavi, Piqué, Busquets, Messi y compañía llevan toda una vida queriendo medirse al Madrid en la máxima cita.

 

Unos jugadores que crecieron a la sombra del Madrid como referente continental y dominador del campeonato nacional. Que han mamado lo de que el Real es el club de España. El máximo representante de nuestro fútbol fuera de las fronteras españolas. Una historia que este mismo grupo empezó a virar con Guaridola al firmar el seis de seis. Un gesta que en Madrid ni olieron. Un equipo que se sobrepuso a dudas/persecuciones en un territorio que no entendió que los éxitos, aplausos, reconocimiento mundial podía llegar para un club que no fuera el Real hasta el punto de ensuciarlo con 'Villaratos' y demás escarnios.

 

En el vestuario del Barça existe el convencimiento de que, en el estado actual, el Real es un equipo batible. Incluso menos peligroso que la Juventus. Y de que ha llegado el momento de medirse en un cara a cara definitivo.

 

Sería el colofón a una Barcelona que ha sido todo en esto del fútbol. Y el golpe final a un modelo, el del Madrid/Florentino Pérez, que sigue demostrando que no es fiable.

 

Vencer al eterno rival en Berlín valdría por diez. Por las diez Copa de Europa que el Real luce con orgullo en el Museo del Santiago Bernabéu.