Andrés Iniesta marca una exigencia bestial para no dejar plantado al Barça
El capitán azulgrana pone las cartas sobre la mesa
Al pan, pan; y al vino, vino. Andrés Iniesta llama las cosas por su nombre. A estas alturas de la película, el manchego ya no está para cuentos de duro. Con su carrera a punto de decir ‘amén’, el de Fuentealbilla mira por los suyos. Y, ojo, no pide más que el mismo trato que se le dio a otros grandes en su misma situación.
El lío con la renovación de Andrés es doble. Primero, superada la treintena, el capitán era hasta hace nada el segundo futbolista mejor pagado de la plantilla con un fijo descomunal de 15 millones de euros y unos variables de tres que, por las condiciones pactadas, se convierten en un ‘fijo aplazado’ empujando el sueldo anual hasta los 18 millones. Cifras que llegaron hasta los 20 ‘kilos’ en el año del triplete.
Una realidad que no ha pasado por alto a un Barcelona que no sabe cómo encarar la continuidad del símbolo. Hay oferta, pero las cifras no encajan a un Andrés con la mosca detrás de la oreja que, además, marca un segunda condición para seguir.
Iniesta quiere el mismo finiquito que se llevó Xavi Hernández por colgar las botas en Europa en el Barça. Una salida millonaria silenciada desde el Barcelona que marcó un peligroso precedente al que se quiere agarrar ‘Don Andrés’. ¿El problema? El club no llega a todo.