Adidas quiere hacer de la camiseta del Barça la mejor pagada de Europa

El fiasco del Real Madrid en Europa puede tener consecuencias negativas para su cartera, más allá de que no ingresará el dinero que paga la UEFA por disputar la final. El club blanco estaba interesado en lograr una revisión de su contrato de patrocinio con Adidas, después de las cifras mareantes que pagará la multinacional alemana tanto al Manchester United como al Bayern de Múnich para que luzcan sus equipaciones. Los Red Devils son uno de los dos equipos que dejarán de llevar el swoosh de Nike en el pecho. El otro, curiosamente, es la Juventus. Los germanos, no obstante, no se resignan a robarle sólo dos de sus equipos estrella a la firma deportiva estadounidense. Quieren sumar otro. Y bien sonado: el Barcelona.

La polémica que está generando la supuestamente futura camiseta de los azulgrana para el año que viene, con rallas horizontales, es el caldo de cultivo ideal para que la multinacional germana lleve a buen término sus planes. Están dispuestos a poner cantidades muy serias sobre la mesa. En el Barcelona juega su gran buque insignia, el argentino Leo Messi, y hay también dos futbolista que pueden darle mucho rendimiento. Por un lado, está un Luis Suárez consagrado como delantero, otra forma de meterse con fuerza en el mercado sudamericano. Y por otro, un Marc-Andre ter Stegen que, tal y como demostró el pasado martes, a pesar de los tres tantos encajados, no está demasiado lejos para aspirar seriamente a tomarle el relevo a Manuel Neuer en la portería de la selección alemana. Por ahora, el joven meta sólo juega Copa y Champions, pero todo invita a pensas que la temporada que viene se convertirá en el titular indiscutible, con el también excelente Bravo relegado a un papel más secundario.

Según ha declarado el vicepresidente ecoómico de la entidad, Javier Faus, en una entrevista concedida a Handelsblatt, el Barcelona aspira a ingresar 750 millones de euros anuales en un plazo de cinco años. Es decir, 200 millones de euros más que en la actualidad, y entiende que este dinero debería proceder tanto del patrocinador deportivo (Nike, actualmente) como de su acuerdo de patrocinio con Qatar. Desde luego, si Adidas llega con una oferta muy superior a la de los estadounidenses, se les escuchara. Ni que sea como una fórmula para conseguir que los estadounidenses mejoren de forma sustancial su propuesta.

Tras hacerse con el patrocinio del Manchester United y la Juventus, conseguir también el objetivo de equipar al Barcelona supondría casi herir de muerte a Nike en el panorama futbolístico mundial. La lucha entre los dos grandes gigantes deportivos por la supremacía en el llamado deporte rey se remonta a finales de la década de los 90 del siglo pasado. Los estadounidenses se volcaron en una campaña espectacular con su gran apuesta, la selección brasileña. Al final, el Mundial de Francia se lo llevaron los anfitriones, vestidos por Adidas. Cómo no, hubo recadito, en forma de valla publicitaria. "Al fútbol no se gana en los aeropuertos o las playas. Se gana en el campo de juego", fue el lema elegido por los alemanes, quienes hicieron escarnio así de los espectaculares anuncios televisivos de sus competidores.