¡Derbi en semifinales! La reacción en caliente de Real Madrid y Atlético promete una guerra bestial
Los dos equipos madrileños vuelven a cruzarse en la Champions League. Esta vez en semifinales, después de dos finales y unos cuartos en las últimas tres temporadas.
Cuarta vez seguida. Real Madrid y Atlético de Madrid se verán las caras en las semifinales de la Champions League y escribirán otra página en la historia de la máxima competición Continental. Después de dos finales y unos cuartos de final en las últimas tres temporadas, todas ellas teñidas de claro color blanco en cada enfrentamiento, los rojiblancos esperan que a la cuarta sea la vencida. El Madrid, por su parte, confía en que su constante erosión sobre la moral del rival de la ciudad siga surtiendo efecto.
Y eso que muchos no querían un enfrentamiento entre madridistas y colchoneros hasta otra final al menos. No obstante, la noticia no ha sido demasiado 'demoledora' por sorpresiva en ambos vestuarios. Muchos se lo esperaban. Algunos se lo olían. Y en ambas casetas tienen motivos para sentirse reconfortados por su nuevo duelo.
El vestuario del Real Madrid estaba más que tranquilo ante el sorteo tocase quien tocase. Es verdad que Zinedine Zidane prefería evitar a la Juventus si era posible, ya que el técnico galo conoce a la Vecchia Signora, su ex equipo como jugador, muy bien. Y sabe que a doble partido era probablemente el peor de los rivales en liza a la hora de pasar a la final. Aun así, y sabiéndose como el equipo a batir por vigente campeón y por tradición y nivel teórico respecto al resto, la reacción nada más conocerse el resultado del sorteo ha sido unánime: confianza y mucha, mucha tranquilidad. Pero también rabia.
Confianza y tranquilidad porque el vestuario blanco cree que jugando a su mejor nivel es mejor que este Atlético. El derbi disputado hace pocas fechas en el Santiago Bernabéu demostró que, de no haber sido por la falta de puntería y el enorme encuentro que realizó Oblak, se habría producido otra victoria contundente del Real Madrid, que ya dio toda una lección de fútbol este año en el Vicente Calderón (0-3), con un Isco espectacular y tres goles de Ronaldo. De ahí viene la rabia por no haber dado un golpe en la mesa que ahora todavía escocería. Aun así, en el Madrid saben que el Atlético les tiene ganas, que una semifinal de Champions es otra cosa, y que jugar la vuelta en el Vicente Calderón supone un reto nunca antes explorado. Hace dos años, el segundo partido fue decisivo y se jugó en el Bernabéu.
El Atlético reacciona a su manera
En el interior del club rojiblanco la reacción oficial ha sido, por supuesto, de optimismo. No puede ser de otra forma. Confían en la entidad colchonera que a la cuarta sea la vencida, que aunque solo sea por estadística, ya toque que el Atlético elimine al Real Madrid de la Champions. Pero tampoco se puede ocultar que en la ribera del Manzanares las camisetas blancas siempre mosquean. Eso sí, Simeone canalizará toda la rabia acumulada por las decepciones de los últimos años y planteará un partido a cara de perro: agresivo a más no poder, con una intensidad que superará todo lo visto hasta ahora.
La confianza extra viene por el tema de jugar la vuelta en casa. Creen en el vestuario colchonero que esto será decisivo para decantar la balanza a su favor esta vez. Pero para ello deben quitarse los fantasmas de la cabeza, que de puertas para dentro existen.