La verdad incómoda que Zidane no puede reconocer (y un 'marrón' bestial que se quita de en medio)

El técnico francés advierte de que ahora viene lo más complicado de la temporada.

La verdad incómoda que Zidane no puede reconocer (y un 'marrón' bestial que se quita de en medio)

A Zidane le quedan dos partidos para convertirse en Leyenda. Pero en una leyenda mucho mayor de lo que es. "Queda lo más difícil", advierte, como si no pudiera tomarse siquiera una sola licencia respecto a su habitual y constante estado de alerta y relajación, sin echar la mente hacia delante más allá de lo necesario. Así se lo ha conseguido pegar a sus jugadores, que constantemente aseguran que lo más importante es el siguiente partido, en un discurso tan meritorio como el que acaudilló un día el Cholo Simeone y que parece que sólo puede destacarse cuando lo emplea el argentino. Málaga y Cardiff decidirán si la temporada del Real Madrid es regular, muy buena o histórica, pero en cualquier caso pueden construir un auténtico mito de los banquillos sólo un año y medio después de su llegada.

 

 

Lo primero es finiquitar la Liga, algo que sucederá el domingo. Y después, habrá dos semanas para preparar la final de la Champions League ante la Juventus. Quince días mucho más importantes de lo que la gente cree, porque será en estas fechas cuando sabremos de verdad si las dos grandes bajas que tiene el Madrid para el partido, Bale y Carvajal, pueden llegar al mismo. Y una gran parte de la reputación del francés, créanlo, se la jugará dependiendo de lo que decida con el extremo. Es casi una imposición social lo que le está llegando con Isco, que según todos debería jugar por delante del galés, pero la gente no se fía. El Marketing y el hecho de que el partido se dispute en 'casa' de Gareth hace que muchos piensen que Zizou claudicará ante la decisión fácil, aunque viendo la presión popular no lo parece tanto. Y pensando en que pasaría si lo alinea y se pierde el partido, muchísimo menos.

 

Pepe

 

Sin embargo, hay otro caso del que seguramente Zidane va a librarse. Y no es tan baladí como se podría pensar, porque según algunos hubiese supuesto una sorpresa todavía más mayúscula que el concurso o no de Bale. Pepe permanece de baja desde el derbi liguero ante el Atlético en el Bernabéu, partido en el que seguramente marcó su último gol con la camiseta blanca. Y no parece que vaya a poder recuperarse para Cardiff. Para la Liga no, desde luego. Y colocarle de titular en una final de Champions dos meses después parecería suicida.

 

Sin embargo, cuentan fuentes cercanas al vestuario que, estando los cuatro centrales de la plantilla en perfectas condiciones, para Zidane no hay discusión: Sergio Ramos y Pepe serían la pareja de inicio en Cardiff. Y es que la confianza del técnico en el portugués siempre fue extrema. Incluso mayor que en Ramos, aunque no pueda reconocerlo. Las constantes lesiones del zaguero y los altibajos físicos de Varane han propiciado la explosión definitiva de Nacho, un hombre que incluso podría ser titular el próximo 3 de junio, pero la realidad es que la fortuna le ha vuelto a sonreír a Zidane en este sentido. Se ha apuntado como suyos 'tantos' que provienen de situaciones fortuitas, y aunque coraje para poner a los jugadores no le falta, habría podido rotar mucho menos. Una verdad incómoda de la que se libra.