El año en blanco revienta el vestuario del Madrid. Celos. Envidias.Y clanes
La plantilla ha vivido una temporada de guerra de guerrillas que ha pasado factura en el campo
La temporada en blanco está dejando a la luz algunos capítulos internos que ponen nombre y apellidos a las difíciles relaciones que ha vivido el vestuario del Real Madrid en esta temporada que toca a su fin.
Unas relaciones que han diseccionado al grupo. La plantilla del Real no es una piña. Hay jugadores que han decidido hacer la guerra por su cuenta. Se han creado clanes. Aliados. Amigos. Y enemigos. Una situación interna que ha pasado factura al equipo en el terreno de juego donde se han evidenciado las diferencias con desplantes/gestos que han tenido consecuencias en Valdebebas.
Iker Casillas aislado/criticado/señalado por la amplia mayoría del grupo. Arbeloa enfrentado al capitán. Sergio Ramos/Arbeloa hartos de las salidas de tono de CR7 en el campo. Pepe, Marcelo, Coentrao y James Rodríguez alineados del lado del portugués y enfrentados contra los que ponen en duda el liderazgo de Ronaldo. Coentrao viviendo al margen del equipo con constantes bajas infundadas que Carlo no ha sabido atajar. Varane más que molesto por su rol en el equipo. Sami Khedira apartado del grupo por la bronca en Valdebebas que arrastró a media plantilla. Illarramendi soltando pestes de Ancelotti. Isco más aislado que nunca tras varios encontronazos con miembros del equipo por evidenciar su malestar ante las reiteradas suplencias. Carvajal se siente engañado por el club con el fichaje de Danilo. Jesé picado con Chicharito al ver como este le pasaba por delante ante las lesiones de Bale/Benzema. Keylor Navas ninguneado por no haber sido tenido en consideración como relevo de Iker.
Y Cristiano Ronaldo y Gareth Bale sin mirarse a la cara. La relación entre ambos en el Real es insostenible: no se dirigen la palabra y se evitan. Una realidad que ha pasado factura en el campo al equipo.
El galés está harto de los constantes enfados del portugués cada vez que no le da un pase de gol, y de que sea él quien tenga que multiplicarse en defensa como cuarto centrocampistas mientras que su compañero está liberado por decisión técnica. Roles diferentes aunque con el mismo objetivo, marcar goles para acaparar el protagonismo.
Además, Bale responsabiliza a CR7 de haberle echado al Bernabéu/vestuario encima por los constantes desplantes del portugués hacia su persona acusándole públicamente de individualista. Ronaldo habría hecho piña con el grupo dejando a Gareth de lado quien solo se relaciona fuera del Madrid con Luka Modric, una amistad labrada durante su estancia en el Tottenham.
Un Cristiano que se habría dejado llevar por los celos/envidias. Bale ha encontrado en Florentino Pérez y en su discurso de convertir al galés en la piedra angular del Real Madrid del futuro otro motivo para molestar a Ronaldo. CR/ ha sido el jugador franquicia del Real Madrid hasta hace unos meses. Ronaldo esta en venta.
En la última comparecencia Florentino Pérez lideró un defensa atroz de Gareth. Atacó a los críticos con el galés sin reparo y dio la cara por el jugador. A esto, se han sumado los recados desde la zona noble del Bernabéu a Ancelotti para que priorice el bienestar de Bale en el esquema de juego blanco. Comentarios como el que apunta que Gareth debe ser el próximo Balón de Oro del Real Madrid o la paciencia que pide el máximo mandatario a la afición con el atacante galés, molestan a un Cristiano que se siente desamparado por un club que cree que no lo ha respaldado de los ataques de prensa/entorno/afición en este 2015.