Zidane 'revienta' el vestuario: la confesión que pone patas arriba el Real Madrid en Los Ángeles

Zidane 'revienta' el vestuario: la confesión que pone patas arriba el Real Madrid en Los Ángeles

El técnico francés tiene las ideas muy claras.

Queda poco para que empecemos a ver rodar el balón en los pies de los jugadores del Real Madrid en esta pretemporada 2017-2018. Ya hay ganas de ver en acción al conjunto de Zinedine Zidane. Sobre todo, porque se pretende comprobar el nivel de una plantilla que en su base apenas ha sufrido cambios importantes. Es más: que se ha reforzado con savia joven y con hambre, y específicamente en las posiciones en las que lo necesitaba. Viendo el panorama nacional e internacional, al Madrid se le tacha como favorito a todo y equipo a batir.

 

Ese cartel es difícil de llevar. Sobre todo, cuando tu segunda unidad está conformada por chicos que sí, que tienen un hambre enorme, pero a los que quizás les falta experiencia y bagaje en partidos de alta presión. Por eso, Zinedine Zidane va a trabajar muy bien esos aspectos en la campaña de mayor exigencia personal para él. Sabe que igualar lo conseguido en sus dos primeros cursos como entrenador va a ser casi imposible, y que en cuanto el nivel de este equipo baje, habrá problemas.

 

Por ello, es más necesario que nunca mantener esa citada hambre de títulos. Y para eso, esta temporada perfeccionará e implementará su sistema de rotaciones. Si el año pasado todos los futbolistas de la plantilla fueron importantes y tuvieron minutos en mayor o menor medida, esta temporada esto será todavía más pronunciado o esa es la idea. El objetivo es que los Vallejo, Llorente, Theo y compañía vayan pudiendo suplir a sus homólogos sin presión alguna, quizás no todos juntos al principio del año, pero sí combinándose ‘con los mayores’ para ir adquiriendo esas tablas necesarias al final de la campaña.

 

La pasada temporada, futbolistas como Isco, Lucas Vázquez, Morata, Pepe o James Rodríguez eran suplentes habituales. Jugadores que serían titulares en cualquier otro equipo. Internacionales e incluso capitanes de sus respectivas selecciones. Esto no será tan exagerado esta campaña. Los cracks suplentes dan paso a jóvenes promesas, y eso sin duda conllevará un precio a pagar en cuanto a fiabilidad del equipo ‘A’ y ‘B’, al menos de primeras y sobre el papel.

 

Esto es lo que Zidane quiere trabajar, bajo el prisma de una advertencia: exigirá el máximo a todos, nadie tiene garantizado el puesto. Si el chaval supera al maestro, así será, y viceversa. Por eso, le está dejando bien claro a la plantilla que el nivel de exigencia no debe bajar, porque sólo así se conseguirán seis títulos que sin duda elevarían al grupo a la categoría de leyenda. De momento, ha conseguido tener al vestuario muy enchufado.