Bartomeu menosprecia al socio del Barça: si ganamos el triplete, tragarán
El actual presidente azulgrana considera que los éxitos del primer equipo casi le asegurarían el triunfo en las próximas elecciones, a pesar de los numerosos escándalos que han rodeado a la entidad
El triplete es para Josep Maria Bartomeu la gran patente de corso. El actual máximo dirigente del Barcelona está convencido de que, si el equipo logra sumar a la Liga los títulos de Copa y Champions, nadie podrá hacerle sombra en las próximas elecciones a la presidencia del club. Es la vieja historia de que, mientras la pelotita entre, el socio no se queja de nada de lo que pase. De nada, a pesar de que la entidad se haya visto sometida a una intensa judicalización en los últimos meses, con las presuntas irregularidades en el fichaje de Neymar que han acabado con la imputación tanto del propio Bartomeu como de su predecesor en el cargo, un Sandro Rosell que, tras pedir al juez que le citara, presentó su dimisión cuando éste le hizo caso.
Considera también que, con los títulos en el bolsillo, nadie se planteará por qué durante esta última etapa del club, iniciada con la victoria de Rosell en las urnas, han pasado cuatro directores de comunicación diferentes por los despachos de la entidad. Ni por qué varios familiares, amigos e incluso conocidos de miembros de la junta directiva han llegado a obtener buenos beneficios procedentes del propio Barcelona, ya sea en forma de sueldo o de contrato ventajoso. Los trofeos, en su opinión, son la cortina de humo ideal para que los socios no pretendan mirar más allá.
Una actitud sin duda peligrosa. El ex presidente del Real Madrid Lorenzo Sanz, de quien se llegó a asegurar en su momento en Diario 16 que hasta se llevó una gran suma de dinero de la taquilla para juga a póker, creía que la octava Copa de Europa, la segunda en su mandato, conquistada ante el Valencia, iba a asegurarle la reelección. No obstante, fue batido en las urnas por un Florentino Pérez que acudió con la carta del entonces azulgrana Luis Figo bajo el brazo. Y, precisamente a nivel barcelonista, Enric Reyna, presidente que le tomó el relevo a Joan Gaspart después de que éste presentara la dimisión, se aferraba firmemente a la opción de conquistar la Champions como una manera de mantenerse en el cargo. La Juventus, curiosamente, en los cuartos de final de la temporada 2002-03, le despertó abruptamente de su sueño.