Benítez empezará en el Madrid con tres elementos en contra

Benítez empezará en el Madrid con tres elementos en contra

El entrenador español no era la opción más popular

"La semana que viene habrá nuevo entrenador. Sería bueno que hable español". Rápidamente, tras estas palabras de Florentino Pérez en su comparecencia de anoche, la inmensa mayoría de rumores se han reducido a dos nombres: Rafa Benítez y Unai Emery, aunque casi todos dan por hecho que será el primero de ellos. Tras algunas oportunidades en el pasado, el ex entrenador de las categorías inferiores blancas, Valencia, Liverpool, Inter de Milán y actualmente en el Nápoles, tendrá su oportunidad en el Bernabéu.

 

Sin embargo, Benítez no aterrizará en Madrid como figura deseada, y si bien no es algo raro (salvo excepciones, los nuevos entrenadores merengues no suelen despertar excesivas reacciones en la afición hasta que empiezan a verse sus resultados) sí que sorprende la especial animadversión que se desprende con respecto al técnico en las distintas encuestas, algunas más serias que otras, que han sondeado la opinión de la hinchada madridista en estos últimos días.

 

La gente quería que se quedase Ancelotti, y como esto no ha sucedido anda enfadada. También parte de los jugadores, aunque en su caso concreto poco más pueden hacer aparte de mostrar públicamente su apoyo y gratitud al italiano, algo que muchos de ellos ya han hecho. A partir de ahora les tocará lidiar con un nuevo entrenador y su deber como profesionales les obliga a aceptar que la vida sigue. Aunque habrá que ver qué decisiones toma cada miembro del vestuario en concreto, porque el despido del hombre que trajo la décima podría provocar consecuencias en forma de salidas.

 

Sin embargo, estos gestos no son excesivamente positivos para un Rafa Benítez que tendrá que ser consciente de que los futbolistas esperarán de él la generación de un ambiente similar al que tenían con Ancelotti; Tendrá, además, que tener en cuenta los gustos de un público exigente, que pedirá resultados inmediatos y que querrá divertirse en cada partido. Y sabiendo que, a diferencia de lo que ha podido hacer en clubes como el Liverpool o el Nápoles, en el Real Madrid los fichajes y las decisiones deportivas no serán exclusivamente suyas y, en bastantes casos, él no tendrá nada que ver en ellas. Le traerán jugadores que no quiera y pedirá otros que no llegarán.

 

No sólo serán los objetivos deportivos, la conquista de títulos, los retos que tendrá que afrontar, pues, el nuevo entrenador del Madrid. Tiene tiempo antes de ponerse manos a la obra.