La estocada de los 'capos' del Barça a Semedo: la guerra interna que destroza al portugués
El ambiente va de mal en peor en Barcelona.
Fichados Paulinho y Yerri Mina, el Barça espera completar la serie de movimientos que planeó tras la marcha de Neymar con los fichajes, al fin, de Coutinho y Dembelé. Los dos únicos futbolistas que pueden despertar algo de ilusión en una afición harta ya incluso antes de comenzar la temporada en la Liga, y que asiste como espectador cada vez más activo a la progresiva descomposición deportiva y social que está viviendo la entidad a todos los niveles en los últimos tiempos.
Josep María Bartomeu es el gran objetivo. Criticado más y más de forma progresiva desde hace meses, su gestión ha terminado de 'reventar' este verano con la venta de Neymar al PSG y el nefasto manejo tanto de la marcha del brasileño como de la gestión de los fichajes traídos para sustituirle. Cada declaración interna, sea de un directivo o de un jugador, denota falta de unidad y enfrentamiento; y la errática mano de la dirección deportiva no sólo no ha podido traer jugadores de calidad y atrayentes para contentar a la gente una vez consumada la fuga del carioca, sino que cada fichaje está siendo más que cuestionado.
El ejemplo más reciente es Paulinho, que aterriza en el Camp Nou bajo un paraguas de advertencias que ya hacen que el público le analice con recelo: no tiene precisamente un ADN Barça. Muy defensivo y nada espectacular, el brasileño vuelve de una Liga menor como China tras haber fracasado en la Premier League, y encima como uno de los fichajes más caros de la historia del club. Pero el que se lleva la palma de todos los 'palos' es, sin duda, Nelson Semedo.

El lateral portugués fue fichado por empeño de Robert Fernández, director deportivo del Barça. Los 30 millones de Euros que el club catalán ha puesto por este semi desconocido lateral luso, joven y con cierta proyección en el Benfica, pero a años luz del empaque que producían los posibles fichajes de hombres como Héctor Bellerín, al que la entidad nunca pudo convencer de que abandonase el Arsenal, empiezan a pasarle factura. Cuenta el dario El Confidencial que el futbolista se ha convertido en el 'abanderado' (sin quererlo, claro) de esta enorme crisis institucional que vive el Barcelona internamente.
En el vestuario crecen los murmullos sobre él. La plantilla no cree que de el nivel para el Barça, al menos por ahora. Valverde tampoco, al parecer, pues sólo le sacó un rato en una segunda parte sin historia en el Clásico de vuelta de la Supercopa ante el Real Madrid. Su aterrizaje en la ciudad condal fue para enmarcar, protagonizando un desagradable incidente con Neymar en el que se llegó a las manos (por parte del brasileño). En definitiva, una 'cabeza de turco' que pasaba por allí, pero que inevitablemente refleja el caos, el desgobierno y la falta de planificación que Reina en estos momentos en el Barça.