Las claves que empujan a Isco a irse del Real Madrid: el vestuario
El problema de Alarcón en la plantilla tiene nombre y apellido
Isco no sonríe. La entrada de Alacrcón en el once del Madrid la temporada que justo termina ha pasado por lesiones, partidos de medio pelo o segundas partes. No hay mal que por bien no venga, se podría pensar. No es el caso de Isco. El malagueño anda mosca: no quiere que su concurso en el Real el siguiente curso se limite a suplir la ausencia de compañeros lesionados, sancionados o en partidos de trámite.
El regreso de James Rodríguez dejó a Isco Alarcón tocado de muerte. En la ida ante el Atlético, en Champions, Alarcón tenía esperanzas/ilusión de estar en el once. No fue así. Ante el Rayo tampoco jugó y la situación derivó en una charla difícil con Ancelotti donde el jugador le recordó al italiano sus palabras se principio de año: "Si Isco está bien es innegociable". Desde aquel instante la relación entre el futbolista y algunos miembros del vestuario que se posicionaron del lado del técnico -Sergio Ramos- se agrío.
En la conversación entre las partes, que se trasladó a Valdebebas, Carlo dejaba claro que Isco sería el sacrificado de aquí a final de curso en favor de un James que le gana la partida al español en las alturas.
La sensación de engaño en la psique de Isco perdura. El andaluz no acepta ni quiere el papel de comodín en el Madrid: Bale se lesionó en octubre y ahí estaba el malagueño para ocupar su sitio en el once, Modric cayó en noviembre y de nuevo volvió a escena Isco, James hizo lo propio en diciembre y se volvió a recurrir al internacional español.
Los galones del malagueño en el equipo brillan por su ausencia. Además, en el entorno del jugador existe el convencimiento de que los 80 millones pagados por Florentino Pérez por James serán una losa insalvable el próximo curso. La llegad de Verratti puede ser el final.
Isco no quiere volver a vivir otro año igual: casi siempre ha ocupado su plaza en el once por lesión/ausencia de un compañero. Las continuas lesiones de los centrocampistas blancos, en especial de James y Modric -bajas de larga duración a lo largo del campeonato- lo han hecho posible.
No es la forma en que el malagueño quiere estar en el Madrid. La opción de que se marche cuando acabe el curso, lejos de ser una utopía, es una realidad más que factible. El órdago al club es claro: así no seguirá. Las condicione marcadas por el internacional español pasan por tener galones en el equipo. La continuidad que el jugador cree merecer por calidad. La llegada de Benítez abre una nueva etapa en la relación Isco/Madrid pero no alivia/tranquiliza al futbolista: el juego del madrileño penaliza aún más su posición. Kroos, James, Modric se dibujan, una vez más, por delante de Alarcón en la psique del nuevo entrenador que, además, coincide en gustos con Pérez: el colombiano es un intocable para Florentino, una premisa que será respetada.
La Premier, Arsenal y, muy especialmente, Manchester City han llamado a su puerta: las conversaciones con el club 'citizen' son constantes y fluidas. Txiki Begiristain y Ferran Soriano, director deportivo y general de la entidad, quieren construir un nuevo City en torno a la figura del español en el medio campo. Pellegrini, que lo hizo crecer en el Málaga, y quien seguirá al frente del City, trabaja para decantar la balanza. La demanda de Isco no es económica: quiero jugar, no dinero. Y en Manchester tiene asegurado lo primero y lo segundo.