Cristiano Ronaldo lideró una conspiración para evitar la llegada de Benítez

Cristiano Ronaldo no quiso ni quiere a Rafa Benítez. El portugués no esconde su enfado. CR7 cree/sostiene que con la llegada del madrileño su carrera va a dar un paso atrás y pone sobre la mesa su marcha.

Porque Benítez no da privilegios a nadie. Y el luso está al tanto del tema. Su entorno deslizaba esta semana que Cristiano no se sentía nada cómodo con la elección el madrileño. Sabe que todos los jugadores pasan por sus ciclos de actividad y de descanso. De eso no se libra nadie. Todo está milimétricamente calculado, según criterios que van mucho más allá de las demandas de un Ronaldo que, como Leo, no quiere salir del campo ni en los amistosos.

Con Benítez ver a CR7 en el banquillo no será una locura. Es más, apunta a habitual. Una realidad por la que Cristiano no va a pasar: el portugués tiene una lucha consigo mismo y su máximo rival, Messi, para superar permanentemente sus récords. No soporta la suplencia. Ni la acepta.

Cristiano no se va a someter a una reducción de minutos, ni va a permitir que Bale le pase por delante como apuntan algunas voces en el Madrid. Benítez ve en el galés la proyección y juventud que le faltan a un Ronaldo que se encuentra en la recta final de su recorrido. Cristiano necesita la máxima presencia sobre el césped en las que serán sus últimas temporadas al máximo nivel. Un equipo que juegue para él y por él, una idea alejada de la propuesta que tiene Rafa en su psique para este nuevo Madrid.

Por todo, CR7 pidió a Jorge Mendes, representante del portugués y uno de sus hombres de máxima confianza, evitar la llegada de Benítez sí o sí.  Como fuera. La intención del agente era convencer a Florentino para que colocara en el Real Madrid a uno de sus representados en el banquillo, Nuno Espírito Santo. El técnico del Valencia era el elegido de Mendes, cuya preferencia no llegó a concretarse.

De hecho, el nombre del entrenador portugués salió en las quinielas de los sucesores de Carlo Ancelotti junto al propio Benítez, Klopp, Emery...La intención de Mendes, por petición de CR7 e intereses propios -operaciones de mercado-, era la de fomentar la candidatura de un entrenador próximo a Cristiano, que facilitaría el trabajo del luso y le ayudaría a dar lo mejor de sus aptitudes. Pérez se negó.