La purga en el vestuario del Real Madrid se reduce a tres nombres propios
Cristiano, Ramos y Casillas incomodan especialmente al máximo mandatario blanco
Tres. Estos son los jugadores que el presidente del Real Madrid tiene entre ceja y ceja. A saber. Sergio Ramos. El andaluz tomó el mando en las operaciones del vestuario que apuntaban a la continuidad de Carlo Ancelotti sí o sí el próximo curso. Objetivo: derribar la voluntad del presidente. Para el motín, el andaluz, contó con un lugar teniente con galones: Cristiano Ronaldo.
El portugués en persona se vio con el presidente y le puso sobre la mesa la continuidad del italiano si quería seguirle viéndole feliz en el Madrid. La advertencia fue clara. Y los posteriores movimientos de lus0 irritaron al mandatario como nunca.
La posición de Pérez, también: molestan las andanadas/dardos de Ramos, molesta la connivencia de Iker Casillas que desde la sombra alimenta el fuego y molesta el atrevimiento de Ronaldo: condicionar su felicidad/continuidad en el Madrid a la de Carletto es la última afrenta que Florentino pasará por alto después de que el luso se atreviera a hacer públicos sus deseos con un tweet en las redes sociales que corrió como la pólvora dejando a Pérez como el malo de la película: si alguien -Manchester United/PSG- pone 100 'kilos' o más sobre la mesa sonarán las campanas.
El único y gran problema de Sergio Ramos es que el Florentino Pérez aún no le ha puesto sobre la mesa la renovación con los ceros que quiere el andaluz. El de Cristiano es otro: su ego. Quiere mandar y sentir que lo hace. Para CR7 la llegada de Rafa Benítez se ha convertido en un pulso a la directiva. Una cuestión personal innecesaria e ininteligible. Los comentarios que salen del entorno del luso dejan al madrileño en muy mal lugar: en la plantilla crece la idea de que Benítez está de paso. No se creen el proyecto. Ni piensan que sea el líder que necesita el vestuario.
El club responde: se muestran extrañados/molestos por el posicionamiento de Ronaldo y las continuas provocaciones/ataques del entorno de Sergio Ramos, capitaneados por su hermano y representante, René, hacia el Madrid y la figura de Pérez.
El hermano de Ramos y Ramos han personalizado la cuestión. El despido de Carlo ha sido la mejor excusa para volver a disparar al presidente sin reparos. Airean sin pudor por redacciones amigas que Carletto no se merecía salir así. No está contento con el trato que le ha dispensado Florentino. Y rematan con un aviso sobre el futuro del andaluz en el Real: entienden que el club no está haciendo todo lo que puede para ampliar su contrato.
Sergio Ramos ha sido uno de los más activos a la hora de poner en duda las decisiones de la presidencia. La defensa a ultranza del central andaluz a la figura de Carlo Ancelotti ha escocido en la dirigencia blanca que cree que Sergio hizo de la cuestión un tema personal.
Una conspiración en toda regla que encontró apoyos menores en el vestuario debido a la ascendencia de Ramos en el grupo. Una realidad que se quiere finiquitar de raíz.
El presidente ha dado órdenes a Rafa Benítez de terminar con cualquier atisbo de rebelión. Quiere limpiar el vestuario. Sanearlo. Fin de los amiguismos, la mano ancha y los privilegios. Ramos y Cristiano están en el punto de mira. El presidente quiere terminar con conspiraciones. Hacer tabla rasa. Y el andaluz es el cabecilla de la agitación que ha colocado en entredicho la figura del presidente. Cristiano está en el mismo saco.
A estos se suma el capitán del Real Madrid, Iker Casillas, otro con cuentas pendiente con Florentino tras un año deshojando la margarita club/jugador sobre su futuro. El de Móstoles, al que Ancelotti ya vinculó su futuro la próxima temporada en un gesto de complicidad, lleva tensando la cuerda con el 'presi' desde hace meses. Benítez ha pedido a Pérez que pague para sacarle a Iker del vestuario. No quiere problemas. Sabe como se las gasta el capitán en la suplencia y lo quiere fuera del Madrid. Por su parte, Casillas advierte al club de que la única fórmula para perderlo de vista es pagar. En caso contrario, competirá con De Gea al que espera con ganas.
Los tres, Iker, Cristiano, Sergio, están en el punto de mira de Florentino. El mandatario cree que, sino hay un cambio radical en su actitud, su salida sería la mejor purga para limpiar un vestuario en manos de estos tres 'capos'.