Rafa Benítez notifica las dos primeras bajas para el Madrid 2015-16
El técnico madrileño empieza a definir el nuevo Real
Rafa Benítez está haciendo amigos a pasos agigantados. A las dudas que despierta su proyecto en el vestuario/afición se suma ahora un primera decisión que incomoda en los despachos y en la que ya se está trabajando para que haya, al menos, una rectificación.
El técnico del nuevo Madrid ha comunicado formalmente que cuenta Marco Asensio y Martin Ödegaard, las dos primeras bajas del cuadro merengue, y a los que ha pedido que el club busque destino.
El fichaje de Asensio era y es una apuesta de futuro del club blanco. Los informes que maneja el presidente y su cuadro de ayudantes colocan al chaval en lo más alto. Durante la temporada se daba por echa su incorporación al primer equipo. Una idea que Benítez ha descartado de raíz: ni lo quiere, no lo necesita. El técnico ha sido tajante. Por lo que el Real Madrid cederá a su futura estrella a un Primera donde se pueda foguearse.
El tema se complica con el segundo descarte: Martin Ödegaard. La apuesta del presidente no le sirve a Rafa. Es más, si por el madrileño fuera el noruego no haría la gira de pretemporada con el primer equipo como el chico se ha afanado a anunciar a los cuatro vientos. Benítez, estudioso del fútbol, lleva semanas mirando y repasando informes/videos de Martin y no le ha visto ni encontrado nada. No tiene sitio en su Madrid y pide una cesión para el próximo curso. Una idea que choca frontalmente con los planes de Florentino que querría ver al chaval con los grandes el próximo curso. Sea como fuere, y de entrada, el presidente ya ha afirmado a Rafa que Ödegaarrd si hará la pretemporada con los grandes.
Pérez le dio su palabra al padre de la criatura y lo quiere en la gira. Una decisión del mandatario que contradice la opinión del técnico que asegura que el chico no tiene nada extraordinario. Incluso duda que esté preparado para jugar en un Primera como el Madrid le ha prometido si se queda sin sitio en el primer equipo, como será. Ödegaard no quiere ni oír a hablar de pasarse otro año en el Castilla: o le buscan una cesión a un equipo con cara y ojos o pondrá sobre la mesa ofertas para una salida.