El rebote de Florentino Pérez: La reunión de urgencia (con 'bombazo') tras el Real Madrid – Valencia
El primer 'pinchazo' de la temporada genera dudas en la planta noble del club.
De puertas para fuera, Marco Asensio ha sido capaz de mitigar, casi en su totalidad, la amargura que el Valencia dejó este domingo por la noche en el Santiago Bernabéu. El balear se bastó para empatar un partido que el Real Madrid tenía perdido a falta de pocos minutos, y en el que los delanteros merengues volvieron a evidenciar una más que preocupante falta de puntería que ya empieza a cansar al respetable. El nefasto partido de Benzema (en cuanto al gol) y la inoperancia de Gareth Bale son un problema creciente que dejó muy 'tocado' al palco, casi más que el hecho de que el Madrid empatase el encuentro.
El Valencia fue un equipo competitivo. Cerró líneas, presionó bien e incomodó al Madrid hasta tal punto que no le dejó hacer absolutamente nada con comodidad, ni atacar ni defender. Se entiende que el equipo blanco puede pinchar alguna vez, pero lo preocupante fue que lo hizo después de haber fallado incontables ocasiones para marcar (el Valencia también falló unas cuantas, pero menos clamorosas). Benzema tuvo el gol hasta en cinco ocasiones, errando alguna particularmente grave. El Bernabéu explotó en pitos contra el francés, que en sus últimos diez partidos de Liga tan sólo ha anotado dos dianas.
Casi peor es lo de Bale. Sin rastro del galés, Zidane empieza a no poder sostener su titularidad por mucho más tiempo. No está ni física ni mentalmente enchufado. Se le ve poco hábil, nada fino y sin alegría. Pero lo peor, lo que de verdad genera debate interno en la entidad, es que, por encima de este mal momento de los delanteros madridistas, lo que hay en el banquillo, que es muy bueno, esconde también un peligro que puede resultar devastador esta temporada.

Y es que el fondo de armario que tiene este Real Madrid 2017-2018 es peor que el del año pasado. A simple vista y sólo leyéndolo puede parecer una afirmación grotesca, pero lo cierto es que si se le dan un par de vueltas, tiene su justificación. El club dejó ir este verano a Fabio Coentrao, Pepe, Danilo, James Rodríguez, Mariano y Álvaro Morata. Exceptuando al delantero canterano, todos los demás internacionales con sus respectivas selecciones absolutas (alguno, incluso, capitán de la suya, como James), y muy experimentados.
En su lugar han venido futbolistas como Theo Hernández, Jesús Vallejo, Marcos Llorente, Dani Ceballos o Borja Mayoral. Todos ellos, jugadores tremendamente talentosos y con un futuro esplendoroso, pero que no tienen tanta experiencia ni recorrido como los anteriormente citados. Esto hace que, en choques como el de este domingo, tirar de ellos para que resuelvan entuertos en pocos minutos es menos efectivo que el curso pasado. Donde ahora son Mayoral o Ceballos los que tendrán que resolver, antes estaban Morata o James. Si hablamos en clave de suplentes, todavía hay mucha diferencia.
Y esto se notó este domingo ante el Valencia, porque no llegó ese ansiado 3-2 final que, seguramente, la temporada pasada sí habría acabado llegando. Muchos son los que se acuerdan ahora de los goles del jugador del Chelsea, que quiso irse para tener más continuidad fuera del Real Madrid. Se trata de un problema creciente que tanto Florentino Pérez como Zidane tendrán que afrontar y valorar, por si cabe algún fichaje de última hora, desde hoy y hasta el jueves, día en el que termina el plazo de fichajes.