Las cuatro claves que explican la renovación de Luis Enrique hasta 2017

Tras deshojar mucho la margarita, Luis Enrique entrenará al Barcelona no sólo durante la temporada que viene, sino también en la siguiente. Con la ampliación de su contrato, el técnico azulgrana consiguió que se escenificara una suerte de espaldarazo por parte de la junta directiva de Josep Maria Bartomeu, por mucho que su cabeza llegara a pender casi de un hilo a principios del presente año. Para que el acuerdo llegara a buen puerto, el asturiano puso sobre la mesa una serie de condiciones.

Por un lado, reclamó un aumento de su ficha. En su primera temporada como entrenador azulgrana, ésta se situaba en los 5,5 millones de euros. A partir de su ampliación, su remuneración será más elevada, más acorde con lo que cobran los técnicos más exitosos a nivel europeo. 

También ha pedido tener un mayor peso en la política de fichajes. En los últimos tiempos, el propio Luis Enrique confesaba que no había trabajado mucho en este aspecto con la actual comisión deportiva de la entidad. En el futuro, todo eso está destinado a cambiar.

En este sentido, se enmarca también el deseo de contar con un director deportivo en el que pueda depositar toda su confianza. El gran favorito sería Miguel Ángel Nadal, actual secretario técnico del Mallorca, con quien coincidió en su etapa de futbolista tanto en el Barcelona como en la selección española.

Finalmente, también querría un mayor control del filial. Al fin y al cabo, gran parte de los éxitos que ha conseguido el Barcelona en las últimas campañas han venido avalados por la incorporación de jóvenes talentos procedentes de las categorías inferiores a los esquemas del primer equipo. En los últimos años, no obstante, una aparente crisis de la cantera barcelonista ha frenado prácticamente en seco lo que venía siendo un modelo muy exitoso.