Iker Casillas le pone precio a la tranquilidad de De Gea en el Real Madrid

El capitán quiere quedarse para calentar banquillo y vestuario

Iker Casillas le pone precio a la tranquilidad de De Gea en el Real Madrid

Si por Iker Casillas fuera no seguiría ni un día más en el Madrid. El guardameta piensa que su etapa en el club blanco ha finalizado y no quiere continuar escuchando pitos en el Santiago Bernabéu al que aborrece. El desencanto de Iker con el Madrid/madirismo es total. Es por ello que el capitán madridista ha planteado su marcha siempre y cuando Florentino Pérez cumpla con una serie de condiciones: pagar los 14 millones de euros limpios, 25 de coste para el club, que figura en su contrato. En caso contrario se quedará para 'ayudar' a De Gea. 



Florentino Pérez lo tiene muy claro. En el Real Madrid hay quien hasta pagaría para jugar. Y Casillas quiere cobrar para irse. Estos no son los valores que promulga la entidad. Ni la manera de ganarse el respeto/derechos en el club. El presidente alucina. Y no cede a chantajes: o pagas, o sigo, soltaba Iker sin remisión. Una oferta que podría no ser ni factible: Sara Carbonero no se moverá de Madrid si no es para ir a París o Londres. Quiere quedarse en la capital. Y ni Londres, ni París están llamando a la puerta.

 

Por su parte, Florentino Pérez arrastra una sorpresa mayúscula con el afán recaudatorio de Iker. La manera en la que el capitán quiere exprimir al club en su etapa final. De Casillas no se lo habrían esperado nunca.

 

Desde la zona noble del Bernabéu no entienden como un jugador que ha sido referente en el Madrid está ensuciando así su nombre en la entidad. La fama de pesetero corre como la pólvora por el club/grada que advierte que el gran drama para Iker es que ninguno de los grandes de Europa cubre sus expectativas económicas. Y que su otro gran drama es la negativa de su actual pareja, Sara Carbonero, de poner rumbo a EEUU, a la MLS, liga que igualaría las condiciones del Real que le niega el Viejo Continente, por lo que es innegociable para el guardameta percibir íntegramente las cifras dispuestas con el Madrid.



El resumen es claro: si el Real no abona a Iker los 14 'kilos', Casillas se quedará a calentar banquillo y vestuario. El capitán fuerza la negociación y traslada un mensaje al club: su única vinculación con la entidad es la económica. Su prioridad no pasa por jugar. Todo es una cuestión de dinero. Agotar su contrato para seguir en Madrid hasta 2017 para firmar luego un último gran contrato con los bolsillos llenos del dinero del madridismo. Es más: la idea de seguir en el Madrid no le incomoda lo más mínimos, al contrario: le empieza hasta a seducir.