El jugador que pierde la paciencia y puede dejar plantado a Zidane en enero
El técnico francés volvió a dejar muestras de sus preferencias ante el Espanyol.
No fue, ni mucho menos, un gran partido, pero el Real Madrid obtuvo por fin sus primeros tres puntos como local en la Liga ante el RCD Espanyol. Los blancos doblegaron a un equipo timorato, sin apenas mordiente arriba y que opuso resistencia sólo en parte, el barcelonés, con dos goles de Isco, uno en cada mitad del choque. El partido estuvo marcado tanto por los sucesos que estaban aconteciendo en Cataluña este domingo (el Bernabéu se llenó de banderas españolas) como por las bajas que arrastraba el equipo de Zinedine Zidane.
Un Zidane que apostó por un 4-4-2, habitual cada vez que le falta algún miembro de la BBC (y le faltaban dos). Asensio compartió delantera con Cristiano Ronaldo, que acabó desquiciado por tercer choque consecutivo en Liga, e Isco acompañó a los habituales Casemiro, Modric y Kroos en medio campo. No hubo, pues, prácticamente rotaciones, pese a que el Real Madrid venía de jugar en Dortmund el pasado martes.
Y precisamente ese fue el detalle que dejó el encuentro. Zizou no tira de los suplentes tanto como el año pasado, si bien el partido sí dejó el debut (y buen debut) de Achraf Hakimi en el lateral derecho, por ausencia de Dani Carvajal. Pero ese fue un cambio por obligación. Más tarde, durante la segunda parte, los tres cambios dieron entrada a los tres hombres de refresco que, por ahora, parecen estar los primeros en cuanto a jerarquías: Lucas Vázquez, Dani Ceballos (que se ha ganado el sitio) y Borja Mayoral.
Cuando regrese la pléyade de lesionados, veremos qué pasa. Pero el que pese a todo sigue sin tener oportunidades es Marcos Llorente. Un Llorente que este domingo vio cómo se le escapaba otra oportunidad ante un rival asequible y en casa. Para colmo, Zidane decidió meter a Ceballos antes que a él pese a que Casemiro no hizo un encuentro demasiado positivo y jugó buena parte del mismo amenazado por una cartulina amarilla.
Pasan los partidos, y Llorente no acaba de entrar en la dinámica del equipo. Ha renovado y asegura sentirse importante, pero si llegan las Navidades y todo sigue igual, el Madrid podría faciltarle una salida en busca de minutos. Esa es la promesa que se hicieron ambas partes. Y por ahora, parece que Zidane no acaba de estar demasiado confiado con el mediocentro defensivo de la cantera merengue. Es su siguiente 'marrón'.