El fichaje de Luis Suárez por el Barça fue un capricho de Leo Messi

Contrariamente a lo que sostiene el discurso de los que le acusan de cargarse a los "9", Messi exigió la contratación del mejor para garantizar los éxitos de su equipo.

El fichaje de Luis Suárez por el Barça fue un capricho de Leo Messi

De la misma manera que muchos quisieron ver en la contratación de Neymar una provocación a Leo Messi por aquello de los dos gallos en un mismo gallinero, también se han fabricado versiones interesadas en torno a Luis Suárez y la posibilidad de que Messi entendiera su fichaje como una agresión hacia su persona llegada para eclipsar su brillo goleador.

 

Nada más lejos de la realidad. Si la relación que mantienen Neymar y Messi es excelente tanto dentro como fuera de los terrenos, la presencia de Luis Suárez ha sido más que bien recibida por parte de Leo Messi, que no sólo aceptó su contratación sino que la exigió. Contrariamente a lo que muchos puedan pensar, Messi no tiene dudas sobre sí mismo. Sabe que nadie le puede hacer sombra porque él está un escalón por encima de los demás. Por eso, para que su talento brille como merece, necesita a su lado compañeros de primer nivel. Por eso bendijo en su momento la llegada de Neymar y por eso arrancó de Josep Maria Bartomeu en su última renovación la promesa formal de que el club haría un esfuerzo económico para poner a su lado al mejor delantero centro del mundo. Al margen de la cuestión económica, ésa fue una de las condiciones que puso para seguir vinculado al Barcelona. Quería tener la garantía de que la directiva construiría un gran equipo a su alrededor. Y el nombre de Suárez lo llegó a proponer él mismo.

 

A diferencia de lo que sucede con Cristiano Ronaldo, que vive obsesionado con el gol, Leo Messi considera que tiene esa asignatura más que aprobada con todos los récords que ya ha batido, de ahí que ahora le haya dado una vuelta de tuerca a su trayectoria deportiva abandonando su posición de falso delantero centro, más próxima a la portería contraria, para escorarse a la derecha buscando desde ahí situaciones que le permitan nutrir de balones a sus compañeros de vanguardia, como quedó reflejado en el partido que anoche disputó el Barcelona en Villarreal. Tampoco su posición en la derecha es un castigo de Luis Enrique. Messi entiende que con la presencia de Suárez, el centro del área debe ser para él y su juego puede ser más útil al equipo partiendo desde la derecha, como en sus inicios.

 

Leo Messi sabe que el mejor camino para mantenerse en la cima de fútbol y alcanzar su quinto, sexto o séptimo Balón de Oro es logrando títulos con su equipo. Y Neymar y Luis Suárez son los compañeros que le faltaban para retomar la senda ganadora que ha perdido el Barcelona en los últimos años. En el Barça de Guardiola Leo fue feliz asociándose con Xavi y con Iniesta. Ahora lo es con Neymar y Luis Suárez porque al margen de la felicidad que le proporcionan sus propios goles, sabe que cualquier jugada mágica que invente tendrá premio si la culminan Neymar o Luis Suárez en gol.

 

El crack argentino no sólo no va a presionar en contra de Luis Suárez por eclipsar sus registros goleadores, sino que se va a encargar personalmente de hacer de Luis Suárez un futbolista mejor de lo que ya es.