El día que Zidane no tuvo el corazón blanco sino azulgrana (¡Vaya 'zasca' para el Real Madrid!)
Las declaraciones del francés de este viernes contrastan con lo que pensaba hace ahora casi 20 años.
"Yo tengo el corazón blanco. De jugador era igual, después del Madrid me dijeron si quería jugar en otros sitios, y dije que no. Veremos, pero no". De esta forma despachó Zinedine Zidane este viernes, durante la rueda de prensa previa al partido que enfrenta al equipo blanco con el Getafe en el Coliseum Alfonso Pérez (16:15 horas), una pregunta sobre si alguna vez aceptaría dirigir al Barcelona desde los banquillos. Pareció evidente su respuesta. A día de hoy, no hay muchos iconos mucho más 'blancos' que Zizou.
La historia de Zidane con el Real Madrid siempre fue idílica, como sacada de un cuento de hadas. Desde el minuto uno enamoró al club y a la afición con su fútbol, sus controles y sus regates. Ponía en pie al Bernabéu cada domingo y su humildad y su reticencia a llevar una vida de opulencia o de excesiva exposición mediática, a diferencia de otros 'Galácticos' de su época, era el detalle que terminaba de enamorar a la gente. Florentino Pérez quedó prendado de él y este viernes, con motivo de sus 100 partidos como entrenador del primer equipo, hasta le dedicaba una carta abierta en MARCA.
Pero no siempre fue así. De hecho, antes de que Zinedine Zidane fichase por el Real Madrid, concretamente tres años antes de 2001, en 1998, el año en el que se consagró como crack mundial derrotando a Brasil en la final del Mundial de Francia, Zizou habló para Don Balón. Y fruto de esa charla se sacó una de las portadas más recordadas de nuestra revista, en la que Zidane... decía que le gustaría jugar en el Barça.
"En España hay dos equipos en los que todo futbolista querría jugar: el Barcelona y el Real Madrid. Entre los dos prefiero el Barcelona. En casa de mi mujer siempre se ha hablado mucho del Barça y a mí, cuando era pequeño, me gustaban mucho dos equipos: La Juventus y el Barcelona. Ahora juego en la Juventus,quizá en un futuro pueda hacerlo en el Camp Nou". Zidane no podía ser más sincero. Evidentemente los tiempos cambian, y los sentimientos también. No es algo malo ni nada grave... pero haría bien el francés en reconocerlo.