Gareth Bale 'planta cara' a Florentino Pérez (y el cambio de cromos que agita al Real Madrid)
El futuro del futbolista galés no está nada claro.
Gareth Bale no vive precisamente sus mejores días como futbolista del Real Madrid. Tal y como venimos contando en este medio, cada vez son más los elementos dentro y fuera del club que empiezan a desconfiar de las prestaciones del jugador galés, que permanece lesionado de nuevo después de disputar apenas los noventa minutos del duelo frente al Borussia Dortmund en Alemania hace ya semanas. Sus problemas físicos empiezan a ser graves y crónicos, y hay dudas respecto a su futuro.
La cuestión sobre si veremos a Bale volver a ser aquel jugador explosivo e imparable alguna vez está en la calle. Tiene 28 años, y sus molestias musculares, lejos de ir canalizándose, van a más. Es un problema grande, grave y real. Por eso, en los últimos tiempos se ha empezado a deslizar que en el club ya no se escandalizan cuando se plantea la posibilidad de afrontar la salida de quien estaba llamado a sustituir a Cristiano Ronaldo en el futuro. A este paso, Ronaldo le retirará a él.
Sin embargo, el Real Madrid debe dar la sensación, sobre todo de cara al exterior, de que Bale no sólo es intocable e intransferible, sino de que sigue teniendo toda la confianza en el jugador. Sólo así logrará que se devalúe lo menos posible. El hecho de que no vaya a disputar el Mundial no ayuda. No hay intención de venderle a toda costa, pero la insistencia y el interés del Manchester United hacen que la puerta permanezca abierta.
José Mourinho le quiere, y los Diablos Rojos podrían poner muchísimo dinero encima de la mesa para hacer retornar al expreso de Cardiff a la Premier League. Pero en cualquier caso, si es el United el club que le ficha, será porque el Madrid tendrá que decirle a Bale a la cara que no cuenta con él. El futbolista desea quedarse y lucha contra sus propios problemas físicos para volver a triunfar en el Real, y así se lo ha hecho saber a Florentino Pérez, que pese a todo también sigue queriendo confiar en su potencial.
La otra condición para que Gareth pusiera rumbo al United es que los ingleses acepten negociar por David de Gea. En Chamartín no olvidan lo que pasó hace tres temporadas con el guardameta, que sigue en la agenda blanca. Y lo tomaron como una afrenta personal. O hay algún tipo de operación enmarcada en un cambio de cromos, o nada. Estas son las dos condiciones para que el Real Madrid permita el adiós de Gareth Bale, que pese a todo parece estar todavía lejos.